Capítulo 42

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El enorme Colacuerno chocó contra el suelo, creando un par de grietas debido a su peso. Harry se quedó de pie y tenía varias quemaduras en su cuerpo, pero ninguna era demasiado grave. La multitud quedó en silencio e incluso Krum no podía encontrar palabras para expresar lo que acababa de sentir.

-Oye, Liam... -Ji Ming parecía un poco serio en este momento -. ¿De verdad le has enseñado a ese chico como potenciar sus golpes con magia tan temprano? ¿Sabes lo peligroso que puede ser para su cuerpo?

Liam sonrió y se cruzó de brazos, acomodándose en su asiento.

-Les he mostrado a los tres cómo funciona, pero también les hablé sobre lo que podía pasar si lo usaban sin estar listos para ello -explicó con calma -. Si no me equivoco, el cuerpo de Harry aún no puede manejar el nivel que acaba de usar...

-Pero, entonces, ¿por qué les enseñaste algo que los puede potencialmente matar? -el cultivador chino parecía confundido, pero sabía que Liam no hacía las cosas sin pensar.

-Esto ya no es decisión mía, Ji Ming -le respondió Liam -. Yo les di las herramientas y les expliqué los pros y contras de estas. Harry sabe que si se excede puede terminar hiriéndose de gravedad, pero también entiende que un cultivador mejora a través de este tipo de situaciones.

Ji Ming pareció darse cuenta de una cosa y luego enfocó su mirada en chico que ahora peleaba contra un dragón.

-Ya veo, entonces no participa en el Torneo con la intención de ganar -dedujo -, sino para fortalecerse mediante situaciones de riesgo.

Escuchando a su amigo, Liam soltó una carcajada.

-Bueno, ciertamente esa es la razón principal, pero Harry también desea ganar... -observó como el Colacuerno se empezaba a levantar, pareciendo enfadado -. Hasta hace poco era un chico normal al que maltrataban en su casa, luego se dio cuenta de que posee el don de la magia y que, por lo tanto, puede aspirar a algo mucho mayor. Ahora mismo sigue siendo inferior a Krum y Delacour, pero si los supera en el transcurso de este torneo y acaba saliendo victorioso, será una manifestación física de lo mucho que ha progresado. Es por eso que no quiere retenerse ni un poco.

Ji Ming cerró los ojos y asintió.

-Tenía razón, cada vez se parece más a ti -luego sonrió -. Parece que nosotros tampoco podemos quedarnos de brazos cruzados o algún día nos pasará por delante.

Ambos rieron ante esto.

En la arena, Harry jadeó, el dolor en su mano le hizo entender lo mucho que realmente los estaba ayudando el entrenamiento de su maestro. Sabía que sin sus lecciones, ahora probablemente no tendría mano.

Teniendo en cuenta las circumstancias, no podría alargar demasiado la pelea. Su control de magia no era tan bueno como antes de convertirse en cultivador, pues había crecido demasiado de golpe. Si bien sentía su magia con más facilidad y, por lo tanto, mejorar su control sería más rápido esta vez, en medio de una pelea tener una desventaja así podría resultar en su derrota.

Aún así, extendió su En, recordando las enseñanzas de Liam, y se preparó para el contrataque de su adversario, que no tardó en llegar. El Colacuerno se movió mucho más rápido de lo que Harry normalmente podría, pero al fortalecer su cuerpo con magia y gracias al En, que aunque era pequeño aún le permitía sentir las cosas más claramente, pudo esquivar el primer ataque.

Dio un salto e intentó lanzar una patada a la espalda del dragón, pero este se giró y atacó con una garra. Ambos ataques colisionaron, creando un fuerte ruido. Tanto Harry como el Colacuerno hicieron una mueca de dolor, el primero debido a los daños colaterales de usar la magia y el dragón debido a intentar bloquear tal golpe.

Pisotear los CielosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora