Weasley, es hora de que salgas del armario.

Primera Parte

Draco exhaló un suspiro cansado mirando el ir y venir de su furioso novio por su oficina en Malfoy Manor, una escena que los últimos días se repetía más frecuentemente de lo que se sabía capaz de soportar.

Harry había ido solo a la cena del domingo en la Madriguera luego de que su intento por incluir a Draco con su familia adoptiva resultara en una catástrofe la semana anterior.

El Gryffindor no había vuelto con Ginny después de la Guerra, había preferido darse al menos un "año sabático" -que se convirtió en dos años y tres meses- recorriendo distintos países del mundo, disfrutando de pasear libremente sin ser reconocido e importándole increíblemente poco no hablar el idioma local; fue luego de casi seis meses de aventura que se cruzó con Draco Malfoy a las afueras de Italia.

A ese incómodo encuentro le siguieron una cita para tomar café y recorridos aleatorios por la ciudad durante los cuales descubrieron más uno del otro que en los seis años que pasaron como rivales en Hogwarts. Antes de darse cuenta Harry ya llevaba medio año con Draco y no se estaba mal pero quería cambiar de aires así que se las ingenió para convencerlo de acompañarle el resto de su recorrido; casi tres meses después de dejar Italia el Gryffindor reconoció que Draco le gustaba, le tomó al menos uno y medio más invitarlo a salir y solo dos semanas después de eso ya estaban formalmente en una relación aunque acordaron no mencionar nada a sus amigos en Inglaterra hasta después de dar por concluido el viaje, de vuelta en Italia.

La familia de pelirrojos sabía de su relación con el ex-mortífago y a pesar de lo escabroso de su pasado aceptaron la palabra de Harry cuando les aseguró, luego de casi un año de relación "en secreto", que estaba seguro al lado de Malfoy y que era feliz con él. Ni él los presionó para convivir ni ellos trataron de convencerlo para que lo dejara, puede que Ron y Ginny no se lo hubieran tomado precisamente bien (a pesar de que la última solo había sido enterada de que salía con alguien, no de su identidad) pero Harry con ayuda de Hermione consiguió mantener a su mejor amigo a raya el par de veces que se cruzaron y la partida de Ginny como jugadora de quidditch, facilitó las cosas, aunque Harry se quedó con una sensación agridulce de cómo terminaron las cosas con ella.

De vuelta en la crisis familiar...bueno, aquella ocasión no había sido más que culpa del moreno por haber sorprendido a los Weasley con la presencia del rubio y haber engatusado al mismo para que lo acompañara, ignorante de que sería prácticamente un intruso, y con el desconocimiento de que aquella reunión coincidía con la visita de Ginny luego de medio año fuera.

Flash back

Se aparecieron juntos a unos cuantos metros de la entrada, Draco todavía reticente a la fantástica idea de su novio y Harry pidiéndole a Godric que todo fuera bien. Fue Molly quien los hizo pasar en medio de un repentino e incómodo silencio.

A pesar de la incomodidad y leve hostilidad en el ambiente Draco se mantuvo tranquilo, saludó en general y entregó a la mayor el postre que habían traído consigo, Harry incluso se sorprendió un poco de lo amable que fue con todos y la facilidad con la que Fleur, Hermione, Charlie y Bill cayeron en las redes del Slytherin, ¡por Merlín! viéndolo ahora cualquiera que no lo hubiera conocido antes jamás creería las cosas que un día dijo, incluso dejó a Molly encantada luego de que se enfrascaran en una plática sobre algo de lo que el Gryffindor no tenía idea y por lo que se sintió lo suficientemente seguro para darles un momento a solas. Percy no estaba, Arthur apenas se mostraba un poco reticente y George se esforzaba por mantener una conversación con Harry sin querer ser maleducado pero claramente incómodo con la idea de hablar con el Slytherin con tanta naturalidad.