Hola gente hermosa, espero les guste esta historia, no sé si solo tengas dos partes, tres o alguna más. Solo quería decirle que estaba guardado entre mis borrados durante meses y al fin lo continué por eso habla sobre un momento específico en la serie. Espero les guste y le den mucho amor. ✨
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Flavia seguía con la mirada perdida, levantó la cabeza recién al darse cuenta que la luz del día se había hecho presente en su habitación y pensó en que nuevamente había pasado toda la noche en vela sin poder parar sus pensamientos, porque si Flavia tenía algo claro de todo esto, era que no podía sacarla de su cabeza.
Pensaba en Javiera, en cómo la hacía sentir desde que entró a su vida, en su sonrisa, sus manos en sobre su cuerpo, en como para ella todo era tan fácil, pensaba en Dante y en su hija, y sobre todo en el miedo que le provocaba dar un siguiente paso.
Flavia llevaba varios días evitando a Javiera, después de besarse intensa y apasionadamente en su cuarto de baño días atrás, al cual por cierto, dejó de ingresar porque el solo recuerdo de lo que vivió la descolocaba sobremanera.
Estaba parada sobre una inmensa contradicción, sabía que no había sentido nada igual en su vida, pero no estaba segura si quería seguir sintiéndolo.El hecho de que Dante saliera de viaje hizo que todo fuese más fácil para ella, sin presiones, ni palabras que la hicieran sentir peor de lo que ya se sentía. Tampoco Miranda estaba en la casa, había salido a pasar algunos días con Pascal y Nicole, Flavia sentía que su hija necesitaba un poco de vida social y aire fresco, algo que la hiciera sentir mejor. Incluso le pidió a su empleada que se tomara algunas días de descanso, lo único que necesitaba era estar en soledad. Por lo que Flavia solo salía de su cuarto para comer algo que encontrara por la cocina y se volvía a tumbar en la cama.
No llamar a Javiera le estaba costando cada minuto un poco más, no sabía si era lo correcto, pero tenía la imperiosa necesidad de tenerla cerca nuevamente. Pero sus miedos y una vida de mandatos, la frenaban a hacerlo. Lo pensó mucho y llegó a la conclusión que debían tener una charla, aclarar las cosas y poder volver a su vida nuevamente sin sentirse de esta manera, a pesar de que eso implicara perderla.
Agarró el teléfono entre sus manos y luego de varios timbrazos cuando estaba a punto de cortar, sintió la voz de Javiera, algo que hizo que el corazón de Flavia diera un vuelco en todo su cuerpo y lo que se cortó en ese instante, fue su respiración.
-¿Flavia estás ahí?- Flavia se sentía una niña, una pequeña niña indefensa enamorada por primera vez, pero algo dentro suyo le decía que esto era demasiado para ella- ¿Flavia?
-Javiera... Perdón, aquí estoy, llamaba porque me gustaría que habláramos, pero no por aquí. No se si hoy tienes un minuto, no quiero causarte problemas.
-Creí que no querías volver hablarme- Flavia se sentía algo culpable por rechazar las llamadas de Javiera estos días- puedo ir a tu casa esta tarde sí- pero Flavia no dejó que la detective termine con sus palabras
-No, prefiero que no sea en mi casa, me gustaría que fuera en un lugar neutral, la brigada por ejemplo.- Flavia sabía que lo que le diría a la inspectora no sería del todo agradable así que prefería sentirse cubierta y no tan expuesta al hacerlo sola en su casa.
-¿un lugar neutral? ¿Acaso estamos en una guerra y buscas aliados?- Quizá Javiera lo hizo en modo de chiste pero era exactamente lo que sentía Flavia, estar en medio de una guerra sin saber qué hacer.
-Quizá sí, esta tarde estaré por ahí, gracias Javiera.- sin decir más Flavia cortó la comunicación, sabía que si seguía hablando no le saldrán las palabras.