2.- Sostenerse las manos

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Y más allá está la iglesia y el bosque, no son zonas que visite mucho, no es lo mío. — Comentó Susie, descansando su espalda en el tronco del árbol. — Luego viene la zona comercial y la residencial, la casa de Kris está al final de todo eso y la mía a un par de cuadras de...


A pesar de que Susie continuó hablando, Ralsei no pudo evitar concentrarse en sus propios pensamientos. Siempre se sentía nervioso al salir por su propia cuenta del Dark World, lo que más temía era encontrarse con alguien y que su mundo, de una forma u otra, terminase al descubierto para el resto del mundo.

Por supuesto que sus amigos habían anticipado aquello, saldrían en la tarde cuando ya no hubiese nadie a los alrededores y tenían una excusa preparada en caso de que alguien viese a Ralsei con ellos. En ese caso el príncipe sería "un turista" que acababan de conocer ambos y pretendían mostrarle la ciudad, una excusa bastante buena considerando que Susie había sugerido primero que dijesen que era un vagabundo.


¡Ralsei! ¿Me escuchas? — El aludido dio un pequeño salto, sobresaltado.

Sí, tan sólo pensaba un poco...

¿Estás bien...? — Ralsei dudó, inseguro sobre la reacción de Susie sobre sus temores. — Descuida, no tienes que hacerlo si no quieres. No es como si allá fuese taan bueno de todas formas. — Sonrió de lado.

Ella le dio un toque en el hombro, haciéndolo sentirse reconfortado y entendido con sus palabras.

En realidad, sí quiero ir. — Explicó, acariciando su bufanda nerviosamente. — No tuve tiempo de ver mucho la última vez que estuve ahí y sería lindo ver el lugar de donde vienen...


Justo entonces apareció Kris, doblando por una de las esquinas con el paso decidido y seguro de sí mismo que lo caracterizaba. Ralsei lo saludó con una sonrisa y un leve movimiento de su mano, algo tímido ante el fugaz recuerdo de lo ocurrió hace tan sólo un par de días antes. El humano no reaccionó o respondió ante su gesto, lo cual era lo usual y no le molestaba.


¿No hay nadie a la vista, ya salieron todos de la escuela? — Preguntó Susie, levantándose de la banca donde estaban ambos monstruos.

No. — Le respondió a secas.

"¿'No', qué?" pensó el príncipe, dividido entre la diversión y los nervios. "¿No hay nadie o no han salido todos...?"

¡Perfecto! ¡Vámonos! — Antes de que pudiese si quiera pensar en reaccionar, Susie lo tomó bajo el brazo como si no tuviese peso alguno y se lo llevó corriendo hacia la entrada del Dark World. — ¡Quizás deberíamos traer a Lancer!

E-Es mala idea. — Luchó por hablar, aferrándose su brazo por miedo a caerse a medio camino. — No podría mantenerse en su forma actual fuera de su propio mundo-

Ah, lo olvidaba.


Tuvo que sujetar sus lentes con su otra mano libre ya que empezaron a resbalarse, por suerte su amiga era rápida por la cual llegaron a la entrada en menos de lo que esperó y por fin pudo tocar el piso, algo mareado pero aliviado. Susie soltó un suspiro profundo, tomando la delantera para colocarse justo frente a la estela de luz que yacía frente a ellos.

Ralsei de pronto sintió una punzada de incomodidad al mirar mucho tiempo la estela.


Yo iré primero para revisar que no haya algún rarito esperándonos. — Decidió la más alta del grupo. — Kris y tú pueden ir atrás.

Un Príncipe Encantador ¦ #FlufftoberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora