Mi mundo

Padre

Levana, por lo menos avísame que saldrás, me tenias muy preocupada -piensa Lea- Creo que ella no es la única que se siente confundida, "Podrán encontrar la verdad" Eso dijo Runar- Dice mientras ve la ventana- Mañana tendré que ir a hablar con nuestro padre.

AL DIA SIGUIENTE, NARRA LEA

A la mañana siguiente, cuando fui a la escuela, me encontré con Levana, como era de esperarse no fue Runar, Levana solo quería olvidar eso y ella pensaba que el ya se había ido o que tal vez nunca había pasado, después de salir de la escuela, Levana se fue con varios compañeros de nuestra clase y yo me dirigí a casa de nuestro padre para preguntarle si el sabia algo. Cuando llegue a la casa de mi padre, toque la puerta y espere a que me abriera, cuando abrieron la puerta entre a la sala y ahí estaba aquel hombre que me había cuidado todo este tiempo, se veía tan tranquilo. Mi padre es hombre alto, muy fuerte, de cabello corto, ojos azules como el cielo y tez blanca. También es hombre muy elegante, además de ser muy guapo. 

Buenas tardes hija, Quería verte, ya te extrañaba ¿Cómo has estado? ¿Qué tal la escuela? ¿Tienes amigos? -Decía un hombre con voz grave en un tono muy suave y dulce, mientras sonreía a su querida hija-

Mientras me sentaba a su lado, la señora que lo ayudaba con la limpieza nos trajo un poco de te- Yo también te eh extrañado mucho, la escuela es muy linda, también los maestros son muy buenos, me va bien y si tengo unos cuantos amigos padre -Respondió Lea muy emocionada- Aunque últimamente... -Cambia su tono de voz animado a algo triste- me eh sentido algo confundida y un poco preocupada, al igual que Levana. Trata de ocultarlo por que quiere parecer fuerte, pero yo se que en el fondo le preocupa.

¿Qué es lo que las preocupa a ti y a tu hermana? -Pregunto el señor Lisandro- 

Lo que nos preocupa padre... Vine hasta ti para que me dijeras la verdad... -Exclamo Lea viendo a su padre a los ojos- Por favor, dime quien soy en verdad, ¿Por que Levana y yo tenemos estos dones? ¿Por que dos chicos nos dijeron que necesitan de nuestros dones? Dime... ¿Quién eres tu?... -Dice Lea casi llorando y subiendo un poco el tono de voz- 

Lea... Creo que ya estas lista para saber la verdad. Hija, lo que te dijeron esos chicos es verdad, tus poderes y los de Levana son heredados de sus padres, nosotros pertenecemos a otro mundo muy diferente a este, ahí existe la magia, los caballeros, ángeles y demonios -Responde aquel hombre tratando de calmar a su hija- Yo si soy tu padre, pero no soy el de Levana.

¿Qué le paso a mama? --Pregunta Lea viendo a su padre con los ojos llorosos- 

Cuando su padre esta a punto de contestarle, se trata de levantar para poder abrazarla,  pero este se marea mucho y desploma en el suelo dejando sorprendida a su hija, que rápidamente pide ayuda a la mucama. 

Después de unas horas, el doctor salió de la habitación de mi padre y me dijo que por el momento estaba estable, que si los malestares seguían debía mandarlo al hospital, estaba tan preocupada, no quise llamar a Levana para que no se preocupara y cuando el doctor se fue, fui a ver a mi padre, el se encontraba recostado en su cama, mientras veía por la ventana y luego me vio con cariño, pase y me senté a su lado. 

Hija, te contare sobre mi familia. Mi familia se hacia conocida con el apellido Edevane que Significa "protector de la prosperidad". antes éramos los que protegían a la familia real, sus mas leales caballeros y muy buenos amigos -Respondió el señor Lisandro recordando su juventud- Cuando tenia 16 años, conocí a tu madre, ella pertenecía a la familia Slora, era hija del rey de Candalicia, uno de los cinco reinos que existen en ese mundo. El  reino era muy poderoso, tenia las tierras mas grandes. Le decían "El reino del sol" o "El reino supremo"   

NARRA LEA

Mi padre esa noche se enfermo mas y tuve que llevarlo al hospital como me había dicho el doctor, llame a Levana para que cuando saliera de la escuela la viera en el hospital.

Ya en el hospital 

¿Cómo esta papa? ¿Ya dijeron algo los doctores? ¿Podemos pasar a verlo? -Preguntaba Levana muy preocupada y tono de voz lloroso- Contéstame -Lea no hacia caso a lo que Levana le preguntaba, ella estaba tan perdida en sus pensamientos que incluso olvidaba el mundo real- Lea, responde Lea 

Después de un tiempo, el doctor salió y les dijo a las chicas, que su padre tenia un problema en el corazón que ya estaba muy avanzado y que lamentablemente no podían hacer nada. 

No puede ser posible, doctor ¡Por favor sálvelo! ¡No lo deje morir! -Exclamo gritándole al doctor y llorando- ¡Por favor haga algo! -Levana tomo del brazo al doctor con firmeza-

Levana... -Tomo de la mano a su hermana, vio al doctor y pregunto- ¿Cuánto tiempo le queda a nuestro padre doctor? -Dijo Lea triste y con voz llorosa- ¿Podemos pasar a verlo?....

Le quedan aproximadamente 24 horas... discúlpenme señoritas, hice todo lo posible para curarlo y si pueden pasar a verlo -Dijo el doctor con un tono de voz triste, vio a Levana-  Con su permiso... -Se retira el doctor-

Cuando entramos a verlo, el aun estaba dormido, tenia un respirador y varias inyecciones en sus muñecas, me daba tristeza verlo de esa forma... Cuando de repente Levana rompió el silencio y me dijo- Lea, utiliza tus poderes y cura a nuestro padre por favor -dijo Levana llorando y sintiéndose muy impotente-

Levana... Sabes que no puedo hacer eso... Mis poderes no me lo permiten -Respondió viendo la cara de Levana y tratando de no llorar- No puedo curarlo de esto...