Capitulo Único

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El dios de la fortuna miraba a todos lados con suma confución, no recordaba el camino por el cual había venido y en lugar de lograr encontrar algo que le fuera familiar se encontraba con muchas cosas desconocidas

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El dios de la fortuna miraba a todos lados con suma confución, no recordaba el camino por el cual había venido y en lugar de lograr encontrar algo que le fuera familiar se encontraba con muchas cosas desconocidas.

Árboles más altos de lo que recordaba, más frondosos y la extraña sensación de ser observando por alguien que de seguro eran los animales de aquel bosque del cual ni sabía que habían seres que vivían en el.

Otra vez intento llamar a alguien con un tono fuerte y claro deseando ser escuchado y que le respondieran para poder salir de ahí pero no tenía éxito, nadie le respondía más que el viento el cual mesia las hojas de los árboles.

Estuvo por mucho tiempo buscando la salida sin éxito algunos hasta que llegó la noche, cuando el sol se oculto el dios solo dejo de intentar buscar la salida pues temía perderse aún más, solo se quedó sentado bajo un árbol y se dispuso a esperar a que amaneciera para seguir con su búsqueda.

Tenía hambre y sed pero al no contar con víveres solo siguió en aquel lugar intentando pensar en otra cosa.

--- (Solo unas horas, solo unas horas más y podré encontrar la salida) --- Pensó la deidad mientras escondía su rostro en sus rodillas para usarlas de almohada.

Serca de ahí sintió la mirada de algunos animales que vivían ahí, entre varios animales se encontraban los ciervos los cuales miraban al dios desde lejos escondido entre algunos árboles para no ser vistos. Uno de los tantos animales que se hacerco a dónde estaba la deidad era un pequeño conejo quien se hacerco a el para verle mejor, lo examinó por unos momentos hasta que se paró en sus patas traseras mientras le entregaba una manzana que había traído para el dios.

Zero sintió aquella presencia serca de el y se encontró con aquel animal y aquella fruta que le extendia. Al ver lo que le extendia el albino agarro la fruta que el animal le extendia mientras le agradecía.

El dios de la fortuna solo se dispuso a comer lo que el animal le había entregado mientras pensaba un poco en donde podría encontrar la salida. El conejo solo se hacerco más a el y termino hechandose en sus piernas para descansar un poco.

--- Tengo que encontrar la salida pronto --- Comento el dios.

Al decir eso termino de comer la fruta y se dispuso a mirar el cielo para intentar recordar el camino que había tomado. Mientras pensaba colocó una de sus manos en el pelaje del conejo que descansaba entre sus piernas para relajarse un poco. No sabía que alguien había logrado escucharle.

El silencio era demaciado para el pero no le quedaba más que seguir con él mientras recordaba el camino a casa. Mientras pensaba un poco el conejo logro percatarse de un ruido del césped levantando su oreja, alguien estaba serca.

El animal se levantó de dónde estaba y salió corriendo a toda velocidad de ahí dejando al dios solo. La deidad solo miro a todos lados para ver el porque habla escapado el conejo y escucho el ruido de alguien pisar el césped.

Ahí lo vio, unos ciervos lo habían estado vijilando, el animal solo se quedado mirándole por un tiempo como si tuviera algo que decirle.

Zero sentía que al animal quería decirle algo y solo se levantó en silencio mientras se hacercaba a el poco a poco. El animal solo se dio la vuelta y se alejo caminando de ahí no sin antes volvé a mirar a la deidad como si quisiera decirle que le siguiera. La deidad de la fortuna solo se detuvo al ver cómo el siervo se alejaba, iba a volver a dónde estaba cuando sintió un empujón por atrás, al voltearse se encontró con otro siervo el cual le empujaba con su cabeza, como si le dijera que le siguiera.

El albino solo siguió al animal por el bosque mientras era levemente empujado por el otro ciervo, al final el camino comenzó a hacerle cada vez más conocido hasta lograr salir de aquel bosque donde el se había perdido.

--- La salida --- Comento con asombro Zero.

Cuando la deidad miro a los animales que le habían guiado se percató que estos dos ya estaban volviendo al bosque, ya lo habían guiado a su destino y no tenían nada que hacer ahí.

--- ¡Muchas gracias! --- Exclamó el albino muy agradecido.

Los animales solo se metieron al bosque sin decir nada, los animales del bosque le habían ayudado a salir del bosque, sin ellos seguiría perdido.

Los animales eran gentiles.

Los animales eran gentiles

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Hola!!!

¡Mil gracias por leer!

Espero tengáis un bello día

Bye

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