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De paletas azules...

Lo mejor que había pasado ese verano en Santa Cecilia fue la llegada de Hiro Hamada al pueblo. Miguel se había llevado bien con él desde el primer momento en que se conocieron.

Incluso si no hablaban el mismo idioma, y se comunicaban en una mezcla de estos, se entendían bien. Al punto de que constantemente hacían pijamadas, en cualquiera de las dos casas.

Esta noche, se encontraban en la casa de Hiro. Una de las cosas que más le gustaba a Miguel de estar con él eran todas las cosas curiosas que el chico solía decirle.

Justo como en aquel momento. En el congelador quedaba solo una paleta sabor zarzamora y nada más. Salir a comprar ya no era una opción.

—A mi no me molesta compartirla, Chinito. —comentó él.

No es que fuera la primera vez, solía compartir comidas así con su hermano o primos. Sin embargo, las rojas mejillas de Hiro parecían decir otra cosa.

—¡No podemos hacer eso! Si nuestros labios tocan la misma paleta, sería como besarnos.

Miguel se rió con fuerza. ¿De dónde sacaba esa idea?

—Eso es una tontería. No es lo mismo.

Hiro, aún sonrojado, volvió a defender su idea.

—Si que lo es, se llama beso indirecto.

No importaba cuántas vueltas le diera, no encontraba la lógica detrás de eso. ¡Era solo compartir una paleta, por Dios! Si seguían con esto por mucho tiempo, nadie iba a comer. Y el postre se convertiría en solo un charco de agua azul.

Miguel tomó la paleta, que ya empezaba a derretirse y le dió una probada. El otro chico solo lo miró algo sorprendido.

—Oye, creí que...

Hiro no pudo terminar, pues había sido silenciando, No le quedó más remedio que también comer de ella. Trató de no pensar en que dicho postre había tocado también los labios de su amigo.

—¿Ves? No fue tan difícil.

El menor sonrió. Su boca estaba un poco manchada de azul. Se limpió con el dorso de la mano.

—Aun creo que es raro—comentó Hiro, insistiendo

—Tal vez debería besarte de verdad.—bromeó.palmaditas en la cabeza.

Fue una mala idea. La imágen mental que le dio hizo que se pusiera colorado. ¿De dónde sacaba esa idea de besar a Hiro? Para su suerte, el otro solo se río y le dió un par de

—Tal vez te permita hacerlo algún día.

Más tarde esa noche, cuando ambos estaban ya acostados en el cuarto del mayor, Miguel soñó con Hiro y labios azules de zarzamora.

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¡Hola!

Este es el drabble más corto que he escrito para el flufftober hasta ahora. El prompt era Dormir juntos, Azul y beso indirecto. decidí mantenerlo simple y corto. A veces me gusta escribirlos así, como dos niñitos mecos y felices.

Muchas gracias por leer~

Ciao!

Higuel DrabblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora