Regulustober | Fictober 2021

Taza

• James Potter x Regulus Black •

James se había metido a un curso de alfarería, una actividad muggle que Regulus no entendía del todo pero según James quería hacer tu propia vajilla y así nadie en el mundo tendría una igual. Bueno eso fue lo que le dijo a su prometido y Regulus no preguntó más porque James se veía muy emocionado con sus clases.

Pero todo era una farsa.

La verdad es que todo le estaba saliendo mal en sus clases, hacer todo a lo muggle era muy difícil. Había que coordinar manos y pies para girar la rueda, al mismo tiempo ir dando la forma deseada a tu pieza pero era tan complicado. Lo de la vajilla era una mentira, él quería obsequiarle algo original a Regulus.

Un juego de té era la idea inicial pero pronto se dio cuenta que una tetera era muy difícil. Ese primer intento lo dejó en una caja con la fecha 22 de mayo que era el cumpleaños de Regulus, esa caja se supone que era para esconder el regalo perfecto, pero pronto se convirtió en el mayor secreto de James.

Siguió intentando y entre tazas, vasos, uno que otro plato y algunos jarrones, todo se fue almacenando en esa caja perfectamente escondida bajo una madera floja en su lado del armario.

Intentó hacer cerámica sin la rueda y aunque se sentía más cómodo y de alguna forma era más fácil hacer figuras así, lo que hacía seguía teniendo un aspecto no tan agradable.

La caja cada vez más se llenaba de macetas, tazones, porta inciensos entre otras figuras que James intentaba una y otra vez. El seguía con su mentira cada tercer día, diciendo lo bien que la había pasado en el taller y no podía decir la verdad, Regulus siempre le decía lo orgulloso que estaba de él.

En su mente si él le confesaba todo a su prometido, éste le cancela la boda, como es que su futuro esposo no puede ni hacer un plato, claro que Regulus sentirá vergüenza de estar con alguien como él.

Regulus no se fiaba mucho del buen humor de James, era verdad que su novio pocas veces se siente malhumorado, pero no era normal verlo tan feliz. Era exagerado, hasta sus amigos lo habían dicho, Sirius incluso bromeó una vez diciéndole que debería pasarle más negatividad a James porque era muy raro ver que jamás dijo algo malo de la alfarería.

Era muy complicado explicar esto, no es que fuera malo que alguien no se quejara de algo que le gusta pero hasta sus padres y sus suegros dijeron que era raro no escuchar quejas. Euphemia decía que cuando James empezó a tejer se quejaba todo el tiempo cuando algo no le salía bien y lo mismo pasó cuando empezó a dibujar o cuando quería hornear.

Además no había presumido nada de lo que había hecho en el taller y según Fleamont eso era lo más extraño de todo, su hijo no podía evitar mostrar sus logros, estaba en él enseñarle a todo el mundo sus habilidades.

Regulus sabía que algo no andaba bien, siempre le decía a James que estaba feliz y orgulloso de él y aunque era verdad, se preocupaba pensando que algo extraño le pasaba a su prometido y no se iba a rendir hasta saber qué era.

Trató de hablar con James en varias ocasiones preguntando más por su clase, pero éste le contaba muy poco o evadía el tema, eso solo lo puso paranoico ¿y si James hacía otra cosa? Tal vez todo eso del taller era solo una pantalla de humo.

Regulus y James siempre habían tenido una buena comunicación y no quería desconfiar de su novio pero cuando James trataba de sorprenderlo con algo, sus amigos estaban enterados y no sabían disimular pero en esta ocasión ellos tres estaban del lado de Regulus y nadie tenía idea de nada. Solo esperaba que no fuera algo malo.