3.- Bajo la lluvia

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Kris mantenía la cabeza baja con el mentón apoyado sobre una mano, se encontraba sentado en uno de los pupitres de su salón de clases mientras Alphys explicaba ecuaciones matemáticas que ya sabía hacer. Él muy rara vez prestaba atención a las clases, ¿Y por qué hacerlo? Es decir, con sólo leer una página del libro todo eso se quedaba plasmado en su memoria para siempre.

Podía olvidar lo que las personas decían o algunos detalles, pero los textos de sus libros estaban tan frescos en su mente como el día en el cual los leyó por primera vez.

Nada de eso le serviría algún día de todas formas.


Sus pensamientos se desviaron hacia lo ocurrido ayer en la tarde, cuando acompañó a Ralsei al jardín de la escuela y el príncipe, por algún motivo que desconocía, lo había mirado instantes antes de soltar su mano. Kris no sabía mucho de sentimientos propios o ajenos, pero la mirada de Ralsei... despertó en él sienta inquietud y molestia.

Creyó reconocer ese sentimiento, no sería la primera vez que percibía... rechazo.


¿¡Qué demonios, Kris!? — Susie le dio un golpe a la mesa del recién nombrado, aunque no lo sobresaltó ni asustó. Kris levantó la mirada. — ¿Cómo es que siempre logras el mínimo aprobatorio? ¡Ahora soy la única que debe estudiar para la recuperación! — Ella se cruzó de brazos y gruñó, molesta.

Kris podía ser perfectamente capaz de obtener nota perfecta si lo desease pero, ¿Con qué motivo? ¿Para qué lo enviasen a cursos especiales o comparasen todavía más con Asriel? No lo necesitaba, las cosas no tenían por qué cambiar, no debían.

Eh, Susie... — La voz serena de Noelle hizo que la más alta voltease. — Yo obtuve un diez, podría... eh, ya sabes... ¿Ayudarte a estudiar un poco? — Ofreció tímidamente, jugando con su cabello.

Susie hizo una pausa, mirándola con los ojos muy abiertos.

¿Estudiar? ¿Con los nerds...? — Preguntó en voz alta, justo cuando parecía estar a punto de negarse soltó una risa. Durante un segundo, Noelle dudó. — ¡Medidas desesperadas en momentos desesperados! Claro que puedes estudiar conmigo, Noelle.

Espera... ¿A solas? — Noelle parpadeó, con el rostro colorado por la vergüenza. — ¿T-tú y yo? ¿¡A solas!? — Chilló con alegría y emoción.

En ese caso, las acompañaré. — El ambiente se hizo incómodo y pesado cuando Berdly interrumpió entre ellas, sujetándolas a ambas con sus dos brazos y sonriendo ampliamente hacia Susie. — También obtuve un diez... bueno, un nueve... bueno, en realidad fue un ocho punto seis pero es casi como un nueve que a su vez es casi como un diez, ¿No? — Explicó rápidamente, sin darles oportunidad a alguna para responderle. — Ya que insisten, nos vamos.


Sin previo aviso Berdly arrastró a Noelle, quien le sonrió incómodamente sin saber muy bien cómo negarse. Susie resopló con molestia, aunque Berdly no fue capaz de moverla ni un centímetro de su sitio. Con resignación y sin ganas, el infeliz grupo se marchó mientras el monstruo con apariencia de pájaro parloteaba ruidosamente entre ellas.

Los otros estudiantes se marcharon y poco a poco el salón de clases fue sumergido en el silencio, Kris también se puso de pie, sin ningún lugar o idea en concreto. Antes de alcanzar la salida, la mano de Alphys tocó su hombro.


Kris... — La profesora tocó su hombro, pero no volteó a verla. — Ehh... sobre tus notas, creo que lo has hecho muy bien pero... quizás podrías mejorar si... ¿Prestases m-más atención? — Sugirió nerviosamente, Kris no reaccionó ante ello. — Sé qué sabes que Asriel era... — Kris se volteó hacia ella abruptamente, a lo cual Alphys casi salta del susto.

Un Príncipe Encantador ¦ #FlufftoberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora