¿Creíste que era el final? Apenas esta comenzando. Lo que al principio parecía una luz que guiaba a un final feliz se convirtió en una oscuridad ahogada que podría poner en riesgo un amor como el de ______ Miney y Joel Pimentel, tantos secretos, tan...
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Un mes después.
El ambiente se volvió caliente.
Estábamos peleando y de la nada sus labios atraparon los míos, quizá fueron las fuertes emociones del momento o queríamos esto desde el primer día en que me fui, no me había dado una respuesta a lo que hablamos y habíamos discutido de todas las formas posibles, nos habíamos gritado y lanzado cosas - yo había lanzado cosas - se acerco a mi y dijo "No tienes idea de lo que pides, pudiera hacerlo pero esa mierda seria tan difícil"
Tantos besos me tenían mojada y él lo sabia y lo disfrutaba, bajo en cierre de mi vestido hasta que este cayo sobre mis pies, sus manos masajearon mis pechos y luego descendieron por mi cintura hasta las orillas de mi braga en mis caderas, sus dedos se pasaron por el encaje y lo deslizo con delicadeza hacia abajo, volviendo a subir sin dejar de tocar mi piel en ningún momento; su pecho desnudo hacia contacto con la caliente piel desnuda de mi espalda y se sentía maravilloso, sus manos masajearon mis caderas y sus labios se hundieron en mi cuello chupando y besando.
Me tomo de la mano y me dirigió a la cama a pasos lentos, me adueñe de la situación por un momento y lo empuje a la cama haciendo que se sostuviera con sus brazos, me incline hasta llegar a su broche y cierre y quietar ambos, levanto su torso para que pudiera sacar mejor el bóxer y el pantalón, una sonrisa lujuriosa de dibujo en mi rostro al verlo tan duro frente a mi, quería esto ya, ahora.
Me puse a horcajadas sobre él, sintiendo su erección sobre mi parte íntima, dios... - necesitaba más que esto - moví mis caderas sintiendo el roce de nuestra piel haciendo que algo en mi rezara por más, seguí haciéndolo disfrutando cada movimiento pero fui detenida cuando tomo su dura erección y la encajo perfectamente en mi entrada, habíamos dejado de hacer esto hace mucho y por alguna razón, se sintió como la primera vez, como la primera vez que me besaba, como la primera vez que tocaba mi piel... parecía la primera vez que en que decidí entregarme a él por completo.
Sus manos se posicionaron en mis caderas invitándome a bajar, lo hice así sin dejar de ver sus ojos color avellana los cuales se habían oscurecido ya, mis dedos se escondieron en su cabello mientras bajaba más reprimiendo cada gemido y es que no quería ser ruidosa mierda - Estábamos en la fiesta del tercer cumpleaños de los gemelos - sus manos empujaron mis muslos hasta abajo haciendo que entrara todo y gimiera por lo alto.
Impulso mis caderas para que subirá y bajara dándole a mi cuerpo un dolor delicioso, arriba, abajo, arriba, abajo ¡Santo cielo! Se sentía tan maravilloso; luego de unos minutos pude tomar el ritmo y hacerlo más rápido, pude ver su rostro, su, su perfecto rostro con los ojos entrecerrados y los labios entre abiertos esos a los que debes en cuando se les escapaba un gruñido al apretar mis caderas.
- ¿Siempre ha sido así de grande? - pregunte quedándome inmóvil.
