SEIS

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Un guardia fue por Roseanne a su habitación, la pobre rubiecita estaba en un rincón con las rodillas en el pecho y la cabeza escondida, seguía sollozando de manera bajita, tenía miedo y el dolor que sentía en su vientre se estaba incrementando pues las hierbas que le dio su madre estaban perdiendo efecto.

-¡Andando! - el guardia tomó a Rosé del brazo sin delicadeza y la jaloneo a la salida para llevarla al laboratorio en donde estaba el doctor Lee, Nam y Yoongi

-¡Me lastima! ¡Suélteme por favor! -Rosé trataba de safazarse del agarre del guardia pero este solo la agarraba más fuerte, antes de llegar al laboratorio el guardia arrinconó a Rose contra la pared más cercana, la tomó por la cintura con fuerza y la atrajo a él oliendo cerca de su cuello

-¡Realmente hueles delicioso! - el guardia aspiraba a la rubiecita y daba lambidas en su cuello

-¡Suélteme! -Rosé con sus ojitos cristalizados y con todas sus fuerzas trataba de apartar al guardia, pero este solo apretaba más su agarre

-Ahora veo porque te han traído Eres capaz de volver loco a cualquiera. Estas tan apetitosa - el guardia subía sus manos por las caderas y cintura de Rose además de pegarla más a él

-¡Por favor, no me haga daño! - la voz de la pelirrubia era ya muy débil el miedo que sentía era horrible

Se escucharon unos pasos cerca y el guardia soltó a Roseanne para caminar jalándola con fuerza

Entraron al laboratorio y la sentaron a la fuerza en una silla de madera la amarraron de pies y manos con un cinturón de cuero, Rosé tenía la cabeza agachada, no quería hacer contacto con ninguno de los presentes

-Veamos cuáles son los síntomas- el doctor Lee se dirigió a la pelirrubia la tomó  de las mejillas con fuerza para alzar su rostro, Rosé tenía lo ojos cristalizados tenía que ser fuerte y no quería llorar delante de los presentes

-¡Habla! ¿Que es lo que sientes? - el doctor Lee soltó las mejillas de Rosé con brusquedad mientras se dirigía a la mesa a prender una vela y poner a calentar una varilla, esta tenía al final una rosa, era una rosa parecida al escudo del reino

Namjoon y Yoongi solo observaban al doctor Lee y sus movimientos.

-Yo... yo siento dolor... - Rosé supo que era mejor hablar antes de que le hicieran algo malo. - Me duele el vientre y he tenido fiebre...

-¿Y a cuantos hombres has engatusado? - El doctor Lee tomó la varilla con la punta ya muy caliente estaba roja de tanto que estuvo en la flama de la vela

-Yo... Yo no he engatusado a nadie- dijo la rubia con miedo

-¡No mientas! Eres hermosa y esos síntomas que describes no son más que la enfermedad de la fiebre de norma, seguro has hecho que alguno caiga a tus encantos. Además de ese embriagante aroma que desprendes - El doctor Lee empezaba a exitarse por el olor que desprendía Rosé

-¿Pueden olerla? - el doctor Lee se dirigió con la mirada a Yoongi y Namjoon - Ven a lo que me refiero, seguramente ha tomado hierbas para desprender ese olor que embruja a más de uno

-Yo puedo oler un poco, pero no es algo que me guste -dijo Nam

-¿Y usted? - el doctor Lee se dirigió a Yoongi quien estaba perdido en los ojitos de Rosé, desde que ingresó la pelirrubia este no dejaba de verla, sentía que debía protegerla y si, su olor era maravilloso, pero no al punto de exitarlo, más bien el olor lo hacía sentir tranquilo y relajado, como si se quisiera perder en ese aroma para siempre

Yoongi carraspeó un poco su garganta y llevó su mano a su nuca en modo nervioso

-No hace falta que conteste, me parece Su alteza, que estamos siendo testigos de como su guardia ha sido embrujado por esta joven

Namjoon miro a Yoongi, este lucia extraño, pero no descifraba cómo era su aspecto, Yoongi apartó la vista de Rosé y le regaló al doctor Lee una mirada fría y enojada

-Vera su alteza, cuando cosas así pasan y estas brujas embriagan a nuestro personal tenemos que castigarlas, esto ha sido efectivo pues el dolor del castigo hace que su aroma se vuelva amargo, evitando así que nuestro personal caiga en sus redes

-¿Castigo?  ... y com... -antes de que Namjoon terminara de preguntar por el castigo el doctor Lee llevó la varilla caliente a las costillas de Rosé, marcando la Rosa en su costado

-¡Aaaaaah! - el grito que dio Rosé fue desgarrador, definitivamente su cuerpo no aguantaba tal dolor, las lagrimas salieron de sus ojos a mares, se retorcía de dolor y no podía moverse estaba atada de pies y manos

Namjoon cerró los ojos con fuerza ante el grito y dolor de la rubia, el doctor Lee volvió a colocar la varilla cerca de la flama, Yoongi tenía los puños apretados con fuerza algo dentro de él estaba despertando con furia sus ojos se volvieron más oscuros y sentía como algo o alguien arañaba su interior.

El doctor Lee acercó la varilla nuevamente a Rosé esta vez cerca de sus muslos.

-¿Vas a decirnos ahora, qué hierbas has tomado, para desprender ese olor y atrapar a los hombres? -Rosé no podía ni hablar lloraba y se retorcía de dolor esa marca que le dejó el doctor Lee le quemaba y ardía.

-¡Responde! - el doctor Lee acercó más la varilla caliente a Rosé y marcó su muslo

-¡Aaaaaah! - otro grito desgarrador salió de la garganta de Rosé, dolía y quemaba horrible

-¿Te quieres hacer la fuerte? - El doctor Lee estaba dejando otra vez la varilla en la flama la acercó a las clavículas de la pelirrubia

-!BASTA! -La voz que retumbó por todo el salón fue fuerte y aterradora, hizo retroceder más de un paso al doctor Lee, Namjoon solamente miro sorprendido al Yoongi y Rosé sintió mucho temor en su interior pero también protección

Yoongi se acercó a Roseanne y empezó a desatarla de la silla, ella seguía llorando y con mucho dolor en sus marcas Yoongi la cargo entre sus brazos y la rubia se escondió en la curvatura de su cuello, un olor tranquilizante se instaló en sus fosas nasales café y menta.

¿Cual es su habitación? - preguntó Yoongi al guardia que había traído a Rosé

-La segunda puerta a la derecha - fue todo lo que dijo pues también le había temido al castaño

Namjoon salió detrás de Yoongi no sin antes decirle al doctor Lee:

-Esta no puede seguir así, hablaré con mi padre, este primer día me ha dejado ver que lo que dice la gente del pueblo es verdad la Castañeda no está ayudando a las jóvenes y eso va a cambiar a partir de hoy

Yoongi llegó a la habitación de Rosé, una simple manta estaba en el suelo, no había nada más en el cuarto, la condición era deplorable, con todo el dolor en su pecho bajo a la rubiecita a la manta

-Tranquila... su majestad te ayudará a ti a todas las que están aquí. - Le dijo Yoongi a Rosé mientras acariciaba sus cabellos

Rosé seguía sollozando bajito no dijo nada, solamente miro al de ojitos gatunos y le hizo una mueca de agradecimiento

-¿duele mucho? - Yoongi le preguntó a Rosé

-S...Si mucho...

Namjoon entró a la habitación con un ungüento que trajo del laboratorio

-Vamos Yoongi, es hora de irnos, dejémoos descansar a la chica - Namjoon le dio a Rosé el ungüento - colócalo en tus heridas mejoraran mucho.

Yoongi se levantó de la manta y Rosé no quería soltar su mano.

-No me dejes... -susurró la Rosé muy bajito

-Regresaré mañana... -Le dijo Yoongi mientras salía de la habitación de la rubiecita

Definitivamente las cosas en la Castañeda tendrían que cambiar y de eso se encargaría Namjoon.

LA CASTAÑEDA [TAELICE] [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora