Kimmon y Copter se reúnen después de muchos años y pasan unos días inolvidables, reflexionando juntos acerca de sus errores y aciertos pero también rememorando aquel profundo y sincero amor que compartieron...
Kimmon se acercó a la ventana, contemplando silenciosamente el jardín de su casa.
Tomó un sorbo de su taza de café y suspiró, tuvo problemas para conciliar el sueño la noche anterior.
Desvió su mirada hacia un lado y allí vió sus maletas listas para ir al aeropuerto. Estaba ansioso aunque no quería admitirlo.
"Buenos días" La voz de su esposa lo sacó de sus pensamientos.
"Buenos días Alice" Kimmon la saludó con una media sonrisa "Preparé café"
"No tengo tiempo para desayunar, tengo una reunión a primera hora" Alice contestó terminando de arreglar su elegante traje ejecutivo.
A Kimmon no se le hizo raro, era natural que su esposa estuviera apresurada, a veces sentía que se había casado con un robot. Alice siempre estaba apurada y sumergida en el trabajo.
"Qué pasa con Ben? No lo despertaste?" Kimmon preguntó mirando hacia la escalera en el fondo del pasillo.
"No lo sé, dijo que no iría a la escuela hoy" Alice respondió mientras envía mensajes con su celular.
"Qué? Por qué dijo eso?" Kimmon cuestionó a su esposa con un tono de reproche "Acaso no se lo preguntaste?"
"No tengo tiempo para lidiar con sus caprichos. No pasa nada si un niño no va a la escuela un día pero yo no puedo llegar tarde a esta reunión, es muy importante"
Kimmon suspiró pellizcandose el puente de la nariz. "Entiendo, yo hablaré con él"
Alice miró a su esposo por un instante y Kimmon se dió cuenta de que en el fondo se sentía apenada.
"Me hubiera gustado poder llevarte al aeropuerto pero ya sabes..." Alice dijo en voz baja.
"No te preocupes, tomaré un taxi" Kimmon respondió "Tu reunión es importante después de todo"
Alice se mordió los labios como si no supiera que más decir.
"Salúdalo de mi parte" Alice dijo finalmente "Y ten un buen viaje"
Kimmon solo asintió con una sonrisa silenciosa.
Cuando Alice salió de la casa, Kimmon miró su reloj, todavía tenía que hacer algo más antes de salir para el aeropuerto.
Subió las escaleras de su casa y se dirigió a la habitación cuya puerta estaba decorada con dibujos infantiles.
Cuando entró a la habitación, Kimmon sonrió al ver el pequeño bulto escondido debajo de las mantas.
"Ben" Kimmon lo llamó sentándose al borde de la cama "Por qué aún no te has levantado? Llegarás tarde a la escuela"
El pequeño niño salió de debajo de las sábanas lentamente "Hoy no quiero ir a la escuela papá"
"Por qué no?"
"Por qué tienes que irte?" El niño preguntó con un puchero. "No quiero que te vayas"
"Oye no es como si me fuera para siempre" Kimmon se rió "Volveré en 4 días, además mamá estará aquí contigo"
"Estar con mamá es aburrido, siempre está ocupada"
"Mmm es cierto" Kimmon estuvo de acuerdo "Pero eso no significa que no te quiera sabes?"
"Si, lo sé" Ben respondió con timidez "Aún así prefiero estar contigo"
"Te diré una cosa hijo, un buen amigo mío siempre decía que lo más importante en el mundo son los lazos que nos unen a las personas que amamos porque al final es todo lo que tenemos, sería muy triste que el lazo que tienes con mamá se rompa algún día"
"Eso creo"
"Entonces, por qué no aprovechas estos días para acercarte más a ella?"
"Está bien papá"
"Que buen niño" Kimmon sonrió abrazando fuertemente a su hijo "Prometo traerte un regalo"
"De verdad?" Ben preguntó saltando emocionado.
"Si prometes ir a la escuela y portarte bien mientras no estoy"
"Lo prometo!" Ben gritó saltando de la cama y Kimmon se rió del cambio de humor de su hijo.
*** En el avión Kimmon se sintió un poco más relajado, aunque todavía tenía cierta duda acerca de realizar este viaje ahora ya no podía dar marcha atrás. De algún modo también se sentía un poco culpable, desde que se había mudado a Estados Unidos hace 5 años no había regresado a Bangkok hasta ahora. Sus amigos y familiares no dejaban de reprocharselo.
Si hubiera sido por él jamás se hubiera ido de Tailandia, pero su padre insistió que ahora que era un hombre de familia debía enfocarse en negocios más importantes. Fue así que cuando Ben cumplió 4 años y por lo tanto antes de que comenzará sus estudios, él y su familia se trasladaron a Nueva York.
Había querido volver a Bangkok hace mucho y ahora que por fin podía hacerlo, por qué su corazón se sentía tan pesado?
Con cuidado sacó su billetera del bolsillo interno de su abrigo y sonrió al ver una foto de Ben.
Su sonrisa decayó un poco al ver otra foto que atesoraba de la misma manera en que atesoraba la foto de su hijo y que hacía arder su corazón desde hacía más de 10 años.
Kimmon acarició con su pulgar la imagen de aquel joven, deseando llegar a Bangkok lo más rápido posible
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hola, les tengo una nueva historia, corta como mucho de tres capítulos. Espero que les guste 🥺