Los documentos con la información del caso se encontraban sobre la mesa frente a Sherlock, se supone que se encontraba resolviendo aquel asesinato que Lestrate le había entregado hace algunos días, pero sus ojos seguían el movimiento que hacía el hombre frente a él. Aunque sobre todo observaba el vientre abultado que John poseía, era como si nada más existiera a su alrededor desde el momento en que comenzó a ser consciente de aquel hecho, uno que seguía siendo desapercibido por ojos ajenos, pero si era una persona como él, que se fijaba en el mínimo detalle, se daría cuenta.
Se decía a sí mismo, antes de conocer a John que su lado alfa era completamente diferente a él y siempre procuraba de controlar sus instintos más irracionales. Pero el saber que aquel bebé que el médico se encontraba gestado y que había sido su persona quien lo realizó provocaba que aquellos sentidos que siempre procuro ignorar fueran más fuertes, sintiéndose complacido ante la idea de haber logrado lo que muy pocos llegaron a tener. El tener aquel omega para sí mismo.
—Siento tu mirada, Sherlock. —Un suspiro fue escuchado por parte de John antes de escucharse el sonido de su cuerpo levantándose de su silla favorita para acercarse hasta donde estaba Sherlock. —¿No se supone que deberías de haber resuelto este caso?, después de todo debe de ser un juego de niños.
El alfa ignoró lo dicho por el contrario mientras llevaba sus manos hasta la cintura del omega, haciendo que se acercará aún más hacia su cuerpo hasta el punto en donde subió el cuerpo del hombre pequeño en su regazo. Una vez en aquella posición no dudo en posar ambas manos sobre el vientre de John, queriendo sentir aquello a lo que había colaborado en realizar y su rostro ocultándose sobre el cuello de este mismo, estando cerca tanto de la mordida que le dio como el aroma que desprendía. Dejando saber a otros que se encontraba no solo vinculado, sino también gestando.
—Háblame del caso, amor.
Por un momento Sherlock se debatió si ignorar el pedido del hombre era lo correcto, sabía que John se encontraba aburrido ahora que no participaba de los casos, aunque ambos quisieran que se encontrará en medio de ellos, tenían en cuenta que ahora no podía suceder ante el hecho de que John corría muchos riesgos en medio de ellos y aunque el omega sabía cuidarse ambos decidieron que tanto para tranquilidad de Sherlock como seguridad del rubio lo mejor era que aquello no sucediera. Aunque el omega seguía yendo a su trabajo en la clínica porque se puede sacar a un médico de un hospital, pero nunca al médico de la persona.
—Un asesinato a puerta cerrada, muchos sospechan que es la esposa la asesina del hombre porque el dinero que estaba en la caja fuerte desapareció, además de que las pisadas de sangre que van hacia la ventana fueron de una persona que no corresponde a la talla de los zapatos que se mostró en el lugar. Las huellas no tenían el peso suficiente para alguien que corresponde a la talla de ese mismo, además es la única que tenía las llaves de dicho lugar y que podía cometer aquel acto. —Sherlock comenzó hablar una vez que retiro su rostro del cuello de John, sabía que había algo que no cuadraba en todo aquel caso, pero por más que pensaba su mente solo se dejaba inundar por la felicidad que sentía al tener a su omega en sus brazos.
—Es claro que no ha sido la esposa. —Menciona John mientras observa los papeles sobre su hombro. —Por la información que se muestra en todo esto se ve que era una mujer muy devota a su marido de la misma forma que lo era él por ella, podría ser codicia, pero si ella lo quisiera aquello hubiera sucedido hace unos años atrás cuando su negocio estaba mejor posicionado que actualmente... prácticamente están llegando a la bancarrota.