Huida al museo

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Octobella corría como nunca en su vida. Su respiración era decontrolada, pues estaba siendo perseguida por los héroes.

—¡Nunca me atraparán héroes aburridos! —rió la pulpo, sus tentáculos se movían frenéticamente por querer ser inalcazada.

¡Gecko, usa tu súper camuflaje e intenta aparecer al lado de Octobella y atrapala! —gritó Catboy.

¡Está bien!

Entonces Gecko usó su camuflaje y se aproximó a Octobella. Ella había escuchado el plan que el de traje azul contó y se apuró en perderlos de vista.

¿Catboy, qué pasó con Octobella?

No lo sé. Estaba aquí hace unos segundos.

Chicos, seguro fue mi culpa. No fui lo suficientemente rápido como para alcanzarla —asumió el menor.

Tranquilo, hay que seguir buscándola.

Los tres superheroes recorrieron las calles, pero no tuvieron éxito al hallarla, se quedaron devastados. ¿No era cómo tal una noche de fracaso?

Sin duda Octobella logró perderlos, ya que se había ocultado al lado del museo. Después de oír las pisadas de los héroes cerca, la chica pulpo tuvo una idea para que no la pudieran encontrar.

Octobella ideó un plan, el cual consistía en entrar al museo y ocultarse, para que nadie la pudiera hallar.

Y como si del futuro hablase ella lo hizo, se adentró al museo y rió al ver que nadie, absolutamente nadie, entraba.

Rió un tanto cínica—. Torpes héroes, no tienen idea de que estoy aquídijo ella pasando sus manos por las paredes de la galería.

Los superheroes estaban afuera aún buscándola. Ni Catboy, ni Ululette tenían idea de que la chica pulpo se escondía en el museo.

¡Alto! Emm, Catboy... —Se detuvo el menor.

¿Qué pasa?

La Quiero a Ella (Pharaobella)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora