D i e z

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D i e z : L a  E s e n c i a  D e  O w e n.

—No lo creo, simplemente no es posible. —Ruedo los ojos ante la negativa constante de Owen.

—Te estoy diciendo que sí, hombre. Si no me crees ponla y mírame sorprenderte.

—Rawr, chica egipcia eso sonó muy sexy.

Charlie pone cara de desagrado y yo solo me río, pero le guiño un ojo al rubio y le sonrío de la manera más coqueta que puedo. Owen se levanta resignado para buscar el control de la televisión y de inmediato busca un video en YouTube.

We are in this together de High School Musical suena y al mismo tiempo que todos bailan yo hago la coreografía frente al chico que está sentando en el sofá.

No soy la mejor bailarina, ni siquiera sabría qué hacer en un escenario más que moverme más allá de dos pasos básicos, pero si te digo que me sé todas las coreografías de HSM es porque me las sé. Después de varios videos demostrándolo Owen acepta que tenía razón. Pasamos un largo rato mirando videos de Disney y cuando creo que ya es casi vergonzoso el rubio apaga la televisión.

La diversión no se detiene con estos chicos.

—¿Sabes que sería genial? Así de genial. —Owen abre los brazos en direcciones contrarias para marcar un espacio enorme.

—¿Conocer a Kate Winslet y poder usar su baño solo para fingir que recibes el Oscar? —Charlie y Owen me miran confundidos y sé que debo explicarme mejor. —Bueno es que Kate dice que guarda su premio en el baño para que sus invitados puedan tomarlo y fingir que lo ganan. Creo que es genial.

—Bueno, sí eso sería genial. —Owen medita y supongo que se imagina recibiéndolo. —Pero, no. Hablo de otra cosa igual de genial.

Decido no darle la satisfacción y seguir con lo que hacía hace un segundo.

—¡Oh! ¡Ya sé! Ponerle tu nombre a una luna de Júpiter, ya qué hay 26 que no tienen. Si algún día quieren conquistar a una chica no le pongan su nombre a una estrella, pónganselo a una luna de Júpiter.

—No, eso tampoco Nebet. Hablo de otra cosa.

—¿Pero estás de acuerdo que eso sería genial?

—Sí claro es genial, de hecho, lo tomaré en cuenta para conquistarte. —Owen me dice casi distraído, mi saliva se atora en mi garganta pero antes de que pueda responder él sigue hablando. —Te digo que no es eso.

Charlie parece divertido viendo cómo Owen se desespera con cada respuesta que doy porque ambos sabemos que los datos inútiles se me dan muy bien y pienso que tal vez debería sólo preguntarle qué sería genial. Solo lo pienso porque no lo hago, al contrario, solo quiero fingir que su comentario no me hizo ni cosquillas.

—Uh, podría ser visitar el castillo ese...

—¡Basta Nef! No seas cruel con el chico, Owen dilo antes de que ella siga hablando porque podría soltarte datos así de extraños todo el día. —Charlie tiene compasión del rubio así que se adelanta a mi siguiente frase y Owen solo asiente con la cabeza.

—Sería genial que tú hicieras un aroma inspirado en mí.

— No estoy tan segura, prefiero lo de Kate.

—Oh sí ella podría hacerlo. Hizo uno para mí, antes de venir y el señor Dubois la ayudó, fue una cosa genial, pasamos todo el día en su laboratorio y ellos solo aplastaban flores y mezclaban y calentaban cosas. Pude ver todo, al final me dieron una botellita con mi esencia. Nef se quedó también con una.

—¿De verdad? Genial. ¿Cuánto tomaría eso? ¿Podrías hacer uno para mí por favor? —Owen me mira de forma suplicante y quiero decirle que sí aunque siento que es casi imposible sin el laboratorio o sin papá.

El perfume de tu piel (Owen Joyner) (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora