4.- Beso indirecto

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Jamás había pensado que sabías cocinar. — Comentó Ralsei a la vez que se colocaba sus guantes de cocina y apretaba un poco su delantal. — Me alegro de tener ayuda acá, normalmente hago sólo un pastel pero ya sabes cómo es Susie.


Se encontraban en el Dark World, más específicamente en el castillo de Ralsei. El príncipe de la oscuridad había acordado cocinar mucho para Susie siempre que aprobase su examen de recuperación, lo cual le había dado a ella enormes ánimos para estudiar y conseguir una nota satisfactoria.

En broma le había dicho "la calificación será el número de pasteles que hornee para ti"... y Susie no había dudado ni un segundo, terminó sacando un ocho. Ralsei no quería romper aquella ilusión, así que ahora estaba atrapado en su castillo cocinando para cumplir su promesa.


Lentamente bajó el molde con la mezcla hacia el interior de su caldera y uso sus poderes para encender fuego mágico abajo, aquello era bastante útil para cocinar comida mágica sin la necesidad de un horno. Con su antebrazo, limpió una gota de sudor que resbalaba por su frente antes de ir donde se encontraba Kris, quien había traído antes una mesa para colocar el bol donde ahora mezclaba el glaseado para la decoración.


Creo que es suficiente, déjame probar. — El humano apagó la batidora y Ralsei se acercó, quitándose ambos guantes para probar la mezcla. — ¡Sabe muy bien! Ya podemos decorar el séptimo pastel, estamos a punto de terminar.


A Ralsei le encantaría tener a Susie ahí con ellos, pero no podía negar (con algo de culpa) que disfrutaba pasar tiempo a solas con Kris, su sola presencia lo hacía sentirse cálido y completo. El humano era siempre tan atento y bueno con él, no podría desear un amigo mejor.


Oh, pero antes de eso. — Se acercó a la caldera y, con un pañuelo de cocina, tomó la cafetera que había colocado encima. — ¿Por qué no nos tomamos un descanso? Tenemos ya varias horas acá y sé que estás cansado, Kris.

"Y no serías el único cansado" pensó para sí mismo, intentando no denotar su fatiga por la excesiva cocina y uso de su magia.

Supongo que tengo que colocar más muebles, vayamos a tu cuarto. — Sugirió, tomando un par de tazas vacías que había dejado en la única mesa de la sala. — Sí, definitivamente necesitamos un sitio dónde tomar el té.


Su mejor amigo no hizo ningún comentario y lo siguió escaleras arriba, en ocasiones le preocupaba que pensaran que hablaba demasiado pero a Kris nunca le molestaba, era muy cómodo poder ser él mismo y que no se les acabase el tema de conversación.


Al llegar a la habitación se sentaron en la cómoda cama del humano, colocando las cosas que traía junto a la lámpara de la cama. Ralsei tomó un segundo para mirar a los alrededores, le encantaban las estrellas que había dibujado con pintura luminiscente en las paredes y los trofeos que había hecho él mismo para Kris.

'Amigo #1, héroe del Dark World, peleador experto' y demás podía leerse en dichos trofeos. Kris no había dicho nada pero había visto cómo inspeccionó las cosas de su habitación la primera vez que entró, estaba claro que le gustaba.

No pudo evitar jugar con su cabello nerviosamente ante ello, le gustaba sentir que Kris era feliz... claro que había hecho lo mismo por Susie, le gustaba que ambos fuesen felices.

Un Príncipe Encantador ¦ #FlufftoberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora