Beso indirecto

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La mayoría en clase de gimnasia donde se suele practicar Grudgby pensó que tener a una humana dentro del equipo iba a ser una carga más pesada de lo que podrían aguantar, incluso Luz al principio estuvo de acuerdo con quedarse sentada en la banca, pero después de su primer partido contra Boscha, sus compañeros no fueron capaces de cerrar la boca con el rumor de que había vencido a la líder del equipo con Willow, aunque muchos prefirieron darle el crédito a Amity, quien se dijo que apareció en el último momento. El profesor consideró meter a la chica dentro de algún equipo para comprobar los rumores, todo por exigencias de sus estudiantes. En las entrañas de la niña se movió la emoción de volver a participar en este juego, incluso si ganar dependia de un factor tan tonto como agarrar un bicho o de algo tan epico como dar pelea al otro equipo.

Cuando el partido empezó, Luz fue capaz de adaptarse al plan de ‘Seguir las reglas, atacar y ganas’, observando los movimientos de sus compañeros y logrando sobrevolar varias trampas con sus glifos planta, llegando a atrapar a algún que otro chico que sería arrojado fuera del campo, aparte de lanzar la pelota lo más cerca del arco contrario con tal de que alguno sea capaz de rematar, acciones que ayudaron a incentivar la sana competencia con todos queriendo golpear o participar con ella al menos una vez.

La diferencia se vio cuando la humana recibió el golpe que la mandó fuera del campo, casi agradeció a cualquier deidad por tener un glifo planta a mano, mientras que el profesor le ordenó quedarse fuera para revisar en caso de lesiones y ordenó a la capitana del equipo en descanso que la llevase al aquelarre de sanadores, Boscha no demostró estar demasiado feliz por eso, pero acató la orden de todos modos, algo impresionante para los presentes quienes casi rezaron al presenciar tal milagro.

“¿Te duele algo?” 

Un gimoteo adolorido respondió su pregunta, Luz parecía haber amortiguado en gran parte la caída, pero unas raíces tampoco eran una superficie suave. Se agachó con tal de agarrar las piernas y sostener la espalda con sus brazos, elevando a la humana apoyándola contra su cuerpo. Por mucho que no quiso mirar hacía abajo y deleitarse con la expresión de Luz, lo hizo de todos modos, examinando cada facción a detalle, notando las redondas orejas teñirse con un adorable color carmín y sus brazos protegiendo parte del estómago a la vez que su cabeza se mantiene baja.

“Gracias” el murmullo fue alcanzado por el viento para perderse en las suaves brisas.

Boscha se negó a responder cualquier cosa, tratando de no aumentar el calor en sus avergonzadas mejillas.

Su caminata fue tranquila, pues tiene el favor del profesor y Luz parece estar sólo un poco magullada. La sospecha de que su maestro ha movido las piezas para que pueda tener un momento con la humana la hace avergonzarse un poco, así que termina por descartar la idea mientras el aroma a sudor y champú floral se filtra por su nariz.

“Tu…” Boscha se da cuenta que está a punto de decir algo al respecto, pero no podía darle esa imagen, así que trata de enmendarlo “Estuviste bien ahí, ¿huh?”

“Yo… si, creo que si” ella acaricia su nuca con una voz temblorosa, parece sinceramente halagada.

Al llegar a la enfermería empujó la puerta con el pie, cosa normal pues aquí la gente a veces necesitaba entrar rápido, una vez abierta procedió a meterse dentro. Ve como Luz analiza con ojo crítico cada rincón del lugar, observando las pociones en estantes junto a vendajes y otros útiles para los sanadores, puede notar como sus ojos brillan en presencia de objetos desconocidos, ante esto es inevitable que su corazón se descontrole, por lo que intenta dejar a la humana sobre una de las camas sin demasiado cuidado, un audible “ouch” la hace darse cuenta de que su vergüenza está unos puestos más abajo de la seguridad de esta chica en su lista de prioridades.

“¿Estás bien?” no se disculpa, pero al menos pregunta.

Ve una gran sonrisa adornar el rostro de la chica antes de que levante sus pulgares en forma de aprobación, su pecho vuelve a consumirse a fuego lento con la cálida mirada marrón.

“Un poco cansada, pero todo bien” reafirma con seguridad antes de acomodarse sobre el colchón.

Boscha da una mirada rápida por el cuerpo ajeno, el sudor y la tierra son notables a simple vista, las pequeñas cicatrices en sus rodillas la hacen pensar un poco más a la vez que evita jugar con sus manos fingiendo buscar su pergamino, cuando claramente no está ahí.

Luz se deleita con la atención recibida, incluso mueve sus piernas lentamente mientras trata de disminuir el dolor, sus brazos ayudan un poco al estirarse por sobre su cabeza, con esto puede notar como Boscha observa fijamente la parte superior con más atención. Su corazón adolescente se pone al día con los sentimientos que se manifiestan en su cabeza, aparte de las hormonas locas tratando de no hacerse demasiadas ideas, deja su juego para sentarse lentamente en la cama.

“¿Te sientes mejor? No creo que alguno de los sanadores venga pronto” menciona la mayor con aires de ‘Siempre la misma mierda’, algo que provoca una risita en Luz.

“Si, un poco adolorida y cansada, pero no es de mis peores caídas” dice como si nada mientras alza un brazo y marca bicep "Agregar que soy bastante fuerte, si me permite presumir" un guiño rápido y otra risita se presentan. 

Un travieso ‘Nada mal’ suena en la cabeza de la joven enamorada, una sonrisa danzante entre la burla y el orgullo se presenta, hasta que una idea más divertida se atraviesa.

“Bien, entonces podría darte una poción o un snack de curación” ofreció demostrando desinterés mientras comenzaba a buscar alguna de las dos, como ha elegido pociones como principal camino de estudios, puede reconocer fácilmente el mejunje que necesita.

“Una poción, son más rápidas” menciona con calma a la vez que comienza a quitarse partes de la protección del uniforme.

Luz generalmente sería un manojo revoltoso de energía, pero ha quedado en batería baja, siendo su mente activa la que logra mantener sus ojos saltando por los rincones de la habitación luego de dejar las protecciones a un lado.

Vio a Boscha acercarse con una botella perfectamente sellada con el corcho, logra notar una sonrisa de suficiencia cuando la destapa y se la extiende, en el fondo sabe que planea algo con ella, así que iba a cooperar con todo gusto. Extiende su mano antes de que el pico de la botella sea atrapada por los labios de la contraria llegando a vaciar la mitad en poco menos de un segundo, haciendo un ‘pop’ cuando la libera.

“La cantidad recomendada es la mitad de este tipo de frascos, así que… ahora puedes tenerlo” una sonrisa orgullosa acompaña al sonrojo desvergonzado de Boscha. Había planeado algo más sútil, sin embargo, esto parece conveniente para comprobar si tiene posibilidades de ser correspondida.

Con lo dicho y hecho, Luz adquiere un precioso color carmín por gran parte de su rostro, encogiéndose de hombros al mostrarse cohibida con su conclusión rápida de la situación. Sabe perfectamente lo que quiere, lo ha leído en varios cómics, libros y mangas como para saber un buen puñado de pensamientos que debe estar teniendo la otra en este momento.

“¿Y bien?” la voz de la chica rosa parece un poco nerviosa ahora, su rubor sigue ahí junto con una sonrisa más débil, no esperaba una respuesta plenamente positiva, pero tampoco algo como esto.

Luz se precipita y toma la botella como si su vida dependiera de ello, bebiendo el contenido sin chistar ni limpiar la boquilla, algo que provocó la aceleración de los corazones adolescentes. El frasco es dejado a un lado careciendo de contenido, la mirada marrón busca la azulina con tal de recibir algún tipo de aprobación.

Los minutos pasan mientras observan a la otra sin atreverse a decir ni una palabra.

“Oh, en realidad ya me siento mejor” la sorpresa de Luz se filtra en su rostro una vez se pone erguida y estira sus miembros.

“Acabas de romper el ambiente, Noceda” alega Boscha pasando su índice y pulgar a través del puente de su nariz con algo de irritación.

“Ups” se limita a decir la humana encogiéndose de hombros con una sonrisa torpe adornando sus labios.

Hasta que se dan cuenta de lo dicho por la estrella de Hexside.

The Fluff HouseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora