¿Quién verdaderamente eres?

Sinopsis

Dione Gallego odiaba su cuerpo. Lo odiaba tanto como a los chicas que se burlaban de él. También odiaba mirarse al espejo, no le gustaba lo que veía. Había días en los que llorando se decía a sí misma: "Tienes que bajar de peso, solo así serás aceptada por los demás"

Se proponía empezar un lunes la dieta, llegaba el día... pero la tentación de comer pan o comer unas galletas rebasaban aquel propósito de perder kilos. Ya en la noche se prometía que la próxima semana empezaría, que esta vez si lo haría bien y no se dejaría vencer, sin embargo nuevamente llegaba ese día... y volvía a repetirse el ciclo: comer hasta sentirse explotar.

«¡¿Por qué no puedo dejar de comer?!» se gritaba quitándose bruscamente la blusa y el pantalón que en un tiempo le habían quedado bien, pero ahora le comenzaban a apretar. Parecía que cada día le crecían las piernas y los pechos.

«¿Por qué no puedo ser como Clara y Mhya?» murmuraba mirando los perfiles de las niñas más famosas de su preparatoria. Le hacía zoom a las fotografías y se lamentaba por no tener ese abdomen plano o esos ojos color azul.

«Son tan estilizadas todas, en cambio yo... soy una bola de grasa, que no hace más que tragar y dormir. » pensaba mientras veía a modelos en las revistas de la peluquería en donde su madre acudía a cortarse el cabello.

Si supiera que las fotos de esas modelos estaban retocadas excesivamente.

«Es tan hermoso... mi príncipe rojo.»

Suspiraba viéndolo jugar básquetbol.

Uno siempre se enamora de quien, de alguna forma es inalcanzable. Porque de todos los chicos en los que se pudo haber enamorado, se fijo en él.

Agar King.

El típico jugador de básquet, con altura de modelo, sonrisa coqueta, mirada intimidante, y lo más cliché que puedas imaginar. En resumen, tenía todas las características de esos personajes que tanto aclaman en páginas de lectura gratuita.

Luego estaba Linda Jones, su novia. La hija del alguacil. Con la cual se le miraba feliz todos los días, y claro era entendible. Cualquier chico hubiera dado todo por tener a una chica como ella a su lado.

Eran la pareja perfecta, hasta que de un día a otro Agar dejo de asistir a clases. ¿Qué había pasado? ¿Qué le habían hecho?

Dione tenía la respuesta, porque había descubierto su secreto. O mejor dicho, sus secretos.

La pregunta era:

¿Los diría?