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Eran semanas duras para los jóvenes universitarios, podían sentir sus espaldas doler y sus párpados pesados por la falta de sueño. Minhyuk, Hyungwon y Changkyun eran jóvenes muy inteligentes, eran el equipo maravilla cuando se lo proponían, su único defecto: Eran unos completos vagos y terminaban todo a última hora. Esta vez no fue la excepción, se encontraban a pocos días de sus trabajos y exámenes finales.

— ¡Joder, Min! — Maldijo en voz alta llevando su palma a su cabeza y sobar esa área. — ¿Cómo es posible que la única COSA que te pedí no pudieras hacer bien? — Cuestionó Hyungwon haciendo un énfasis.

— Te lo eh dicho antes y lo ignoraste por completo, soy malísimo consiguiendo el material. — Minhyuk bufó, no era tonto, en efecto había olvidado por completo la cartulina pero debía mentir para salvar su trasero.

— Debí escucharte, maldita sea. — Habló para si mismo y miró nuevamente al rubio. — Llama a Changkyun y pide que pase a comprarlo, si no terminamos para antes de la segunda clase estamos jodidos.

Minhyuk asintió y buscó su móvil en su bolsillo del pantalón y llamar al mencionado, el timbre sonó dos, tres veces y no hubo respuesta. — No toma la llamada. — Tembló y miró con miedo al más alto.

— Nada más falta que Changkyun falte y nos jodamos en política. — Hyungwon suspiró dejándose caer sobre su pupitre, cerró los ojos intentando calmar los nervios de momento.

— Me supuse que muy tonto de Minhyuk olvidaría los materiales. — Hyungwon abrió los ojos encontrándose la figura de Changkyun con unas bolsas en manos, sintió la pesadez de su pecho irse.

Minhyuk por su parte se giró y suspiró aliviado, el joven lo había salvado de una muy probable patada por parte de Hyungwon.

— Dejate de cosas, Min y ponte a trabajar. — ordenó Hyungwon provocando que Minhyuk diera un brinquito.

Los tres habían logrado darle los último detalles a su trabajo a tiempo y forma, sin embargo la carga se intensificó una semana despues. Los 3 eran independientes y tenían un horario de trabajo flexible pero ninguno de los tres tenía el lujo de un computador e internet, era normal para ellos hacer sus trabajos de investigación dentro de la universidad, sin embargo nunca tan tarde.

— ¿Acaso cree que somos máquinas? Esa señora no sabe lo que es tener piedad. — Renegó el rubio frente al computador, sus manos se movían rápidamente sobre las teclas ¿Con enojo? Sí, ya habían acabado sus clases y se encontraban hambrientos y cansados.

— Cierra la boca y sigue. — Reprendió el mas alto. — Changkyun ¿Estás seguro de que quieres hacerlo, el tema es muy extenso y si lo haces solo seguro no terminas?

El rostro de Hyungwon lucía preocupado. — Hyungwon, no eres bueno en temas extensos, Min seguro y se queda dormido a medio tema, es más seguro que yo lo haga. — Suspiró, Minhyuk se asomó y se encontró con el rostro cansado de Changkyun.

— Me quedaré a hacerte compañía para que no te quedes solo. — Sugirió con ánimo.

•••

El dolor en su espalda era insoportable, la luz de comprador empezaba a irritar lo ojos de jóven Changkyun para este punto ya estaba preguntándose ¿Y Minhyuk? Probablemente se habría ido o quedado dormido en el cuarto de limpieza, sin embargo aquello no lo detuvo durante las tres horas de teclear y teclear, y de buscar la información adecuada, todo fue compensado cuando tecleo la última palabra de su trabajo terminando, sintió su corazón brincarle de emoción y de alivio. Guardó su presentación y tomó sus cosas, deseaba poder salir de aquel lugar y llegar a su hogar para poder dormir. [11:45 p.m.] logró visualizar en el reloj, si bien su casa no quedaba lejos pero no podía ir caminando y menos cuando las calles carecían de luz. Salió de la universidad y con valor caminó hasta su hogar, intentando prestar atención a la cera.

Dulce PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora