Capítulo 1: «Introducción al caos»

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«Lucha tus batallas con acciones legendarias».

Inicios de enero, tres años después de la catástrofe que dio inicio a la gran guerra...

Dada la media noche, ella miró por la ventana de su cuarto, junto a la cama en la que estaba. Nunca la consideró suya, daba igual la cantidad de tiempo que transcurriese. Llovía fuertemente, tanto que las gotas golpeaban contra el vidrio con fiereza. La castaña pensó en abrir la ventana y sentir la lluvia en sus manos, pero la interrumpió una llamada a su celular. Se asustó.

Era Marcela, su compañera de cuarto.

Y un sentimiento de rabia la invadió al ver la pantalla. Odiaba recibir llamadas desde que todo se derrumbó. Quería estar sola, y eso implicaba cero llamadas y cero compañía. Pero estando en las instalaciones de Red Soldier, era medio imposible porque siempre había gente.

Cuando hablo de las instalaciones, me refiero a un cuartel gigante, varios edificios, uno junto a otro, en los que albergan tanto a soldados (preparados para luchar contra el otro bando) como a refugiados y trabajadores de la zona.

Katherine cortó la llamada, pero su amiga inmediatamente volvió a marcar. En un arranque de rabia tomó el celular y lo lanzó lejos. Este sonó bastante fuerte y fue cuando la de ojos pardos se percató de que no había medido su fuerza, dominada por la ira.

Bajó de la cama y siguió a su teléfono.

-Mierda...

Hizo todo lo posible para que volviera a funcionar, pero no dio resultado. Culpó a Marcela de lo sucedido. Después de todo, era su culpa, ¿no?

La muchacha volvió a la ventana a regañadientes, la abrió y estiró el brazo izquierdo para sentir la lluvia. Así estuvo un rato mientras pensaba.

Ya no era capaz de sentir como antes, su pensar no era racional, hace cuatro días que había modificado su dieta y el estómago no le paraba de rugir.

Sabía el paradero de Marcela, pero ella no iba a salir del cuarto. Llevaba 2 años sin abandonarlo. Después de todo, tenía un baño continuo a la habitación, hasta había ducha, aunque últimamente no se duchaba tan seguido. Estaba inmersa en una depresión que afectaba su higiene personal, sus hábitos alimenticios y su sociabilización.

Sintió tanto sueño con el pasar de los minutos en la ventana, que sus pensamientos se volvieron cada vez más abstractos antes de quedarse dormida. Fue parpadeando cada vez con mayor lentitud, y recordó.

-Alex...

Su nombre se perdió en el silencio del lugar. Lo extrañaba y parecía que sería imposible un reencuentro si él estaba preso y ella no podía abandonar la habitación en la que estaba.

***

Minutos antes de que Marcela se dignara a llamar a Kate por teléfono, se hallaba en medio de una misión con el grupo... o lo que quedaba de este.

Y siendo Max quien tomaba el liderazgo tras el constante abandono de Katherine, nos trasladamos a un escenario diferente.

Con una mano apoyada en la pared y la otra sosteniendo el revólver que había robado a su hermano hacía unas horas, el chico disparó a aquellos del bando contrario que perseguían a Daniela.

No tenía claro de si se lograría lo prometido, pero no cedería a la derrota antes de tiempo.

-¡A la izquierda! -exclamó Max.

El liderazgo del joven era notorio. Todos se dirigieron a la izquierda en cuestión de segundos, tal vez menos. Entraron a las instalaciones, y empezó el tiroteo, el cual se llevó a unos cuantos inocentes, pero al grupo no le importó, ya habían visto morir a mucha gente inocente a manos de tanto magos como brujas. Era su turno contraatacar.

The War [Corregida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora