-¿Cameron?- Dije con la confusión notándose en mi voz.
-Hola- Saludo con una sonrisa.
-¿Cómo sabes donde vivo?- Pregunté.
-Recuerdas el día que se te callo tu bolso y yo te lo devolví- Asenti recordando ese día. Aunque lo unico que recuerdo es la actitud de Chris - Bueno, venía de visitar a mi abuela en el primer piso- Finalizó, aunque algo en lo que acababa de decir no me daba confianza. Sin embargo le reste importancia. No era quién para dudar de su palabra.
Asenti de nuevo y me enfoque en él.
-¿Qué haces aquí?
Se rascó la nuca y bajo la cabeza algo nervioso.
-¿Tienes algo que hacer mañana en la tarde?- Dijo al fin.
Eso no me lo esperaba.
¿Me esta invitando a salir?
¿Cameron? ¿A mi?
¿Por qué?Lo mire con mi entrecejo arrugado.
-¿Me estás invitando a salir?- Pregunté como si fuera la cosa más loca del mundo y lo era.
Insisto, nos conocemos hace un par de días ¿Quién invita a alguien a salir con solo 48 horas de conocerse?
-Si...- Dijo todavía rascándose la nuca. Se veía tierno pero... no lo dire más ustedes saben el porqué.
-¿Por qué?- Dije después de unos segundos de silencio. Me miro impaciente y con el seño fruncido.
¿Donde está el chico tímido de hace, literalmente, unos segundos?
-Di si o no- Espeto con frusquedad ¿Y ahora que le pasa? -Te lo preguntaré otra vez- Dijo después de que no le contesté -¿Saldrías conmigo mañana en la tarde?
Y justo en ese momento, la puerta de enfrente se abre y de esta sale una rubia con mucho relleno de arriba y de atrás, dando sonrisitas. Y justo detrás de ella un Chris todo despeinado, con la ropa toda desalineada y con una sonrisa dibujada en sus labios.
No mentire, me dolió.
Mi mente pervertida, gracias a Charlie, hacía hipótesis sobre lo que ocurrio dentro del apartamento de mis vecinos.
Sentí como mi corazón se hundía en mi pecho.
Diría que lo que quiero es llorar porque Chris olvido lo que pasó ayer entre nosotros solo con un polvo, pero no.
Ira es lo que se apodero de mis venas en este momento por sentirme tan miserable por no poder estar con él porque Peter está detrás de mí, mientras él solo lo olvidaba y ya.
Chris me miro con el ceño fruncido para después lanzar su fuerte mirada hacía él chico frente a mí. Hice lo mismo y sin pensarlo le respondí a Cameron.
-Claro que saldré contigo- Dije con la sonrisa más falsa que había hecho en mi vida.
Chris abrió sus ojos en sorpresa y apretó la mandíbula, fulmino a Cameron con la mirada, aunque esté ni se inmutó. Solo se limitó a dedicarme una sonrisa torcida demaciado falsa, hasta para mí. Sin embargo, no le prestaba la más minima atención a Cameron, sino al chico que me miraba directo a los ojos y tomo a la chica rubia de la cintura. Dejo mi mirada y la beso en la mejilla.
¿Por qué soy tan masoquista?
Puse toda mi fuerza de voluntad en ignorarlos y me despedí de Cameron con un beso en la mejilla. En realidad solo lo hice para molestar a Chris, no soy de despedirme así, y cerré la puerta en su cara, lo cual no me interesa porque en este momento estoy procesando lo que acaba de suceder.
No me gusta Cameron. De hecho algo en él me causa mala espina y tiene repentinos cambios de ánimo. Pero acepte salir con él solo porque me molesto lo que hizo Chris.
Estúpidas emociones.
Me quede recostada a la puerta y solo pude escuchar como Cameron saludaba a Chris y éste se lo devolvió pero con un tono de voz totalmente cortante. Después solo escuche un portazo y... silencio.
Justo lo que necesitaba. Silencio total, escuchar todas las palabras de animo que mi consciencia me decía para no caer en manos de las lagrimas.
Charlie todavía dormía, lo cual me pareció perfecto. No necesito preguntas que bombardeen el debil muro que cree entre la realidad y la que quiero que sea mi realidad; Chris es libre de hacer lo que quiera y con quien quiera, no me interesa.
Si, esa era la parte que quería creer. Qué necesitaba creer.
(...)
Estaba en él sofá con la vista perdida en algún punto del cielo gris, a través de la ventana, y con el sonido de algunos truenos a lo lejos.
Charlie se había ido a trabajar hace unas horas y yo hoy decidí no ir al gimnasio al terminar mi turno porque no podía concentrarme en nada. Necesitaba reflexionar.
Pensar en como llegue aquí, como de un día para otro mi vida cambio. Como me convertí en Victoria.
Siempre fui independiente, pero a este nivel donde mi unica compañía son mis pensamientos y sentimientos que estan en una batalla cuerpo a cuerpo por demostrar quien tiene la razón. Nunca.
Tenía a Charlie. Me entendía y yo a ella pero algo dentro de mi me esta cerrando al mundo. A dejar salir lo que siento por temor a que me lastimen.
En ese momento recorde lo que mamá me dijo en el sueño.
"No estarás sola en todo esto, cariño. Lo único que tienes que hacer para poder salir adelante es confiar. Derribar todas esas barrearas que creaste a tu alrededor para que nadie te decepcionara o lastimara otra vez. Y lo más importante... abrirle tus puertas al amor"
Lo hice mamá y mira lo que pasó me lastimaron y me decepcionaron... otra vez.
Estaba a punto de levantarme para ir a darme un baño y después adentrarme en mi cama, ya era demasiado de revivir una y otra vez las tantas palabras que nadaban en mi cabeza, cuando tocan la puerta.
Me enderece haciendo tronar mis articulaciones, y abrí la puerta.
Sonreí.
-Buenas tardes señorita Patterson- Dijo Cardenas del otro lado del umbral. Junto a él estaba Smith quién me saludo del mismo modo -¿Podemos pasar?- Preguntó el último.
-Claro pasen- Me hice a un lado para que siguieran.
Había olvidado por completo sus visitas semanales.
Cardenas y Smith son los que han estado viniendo para serciorarse de que no haya ninguna amenaza en los alrededores.
-¿Como a estado señorita?- Dijo Cardenas sentandose en el sofá donde yo había estado anteriormente.
-Ya les dije que me pueden decir Mandi- Les dije con una sonrisa la cual correspondieron.
Ellos en especial me han agradado bastante. Son los únicos que saben lo que pasó, además de Charlie, y me transmiten una sensación de protección y acogimiento que en estos momentos apreció mucho.
Cardenas había perdido a su esposa en un accidente de tránsito hace 3 años y el padre de Smith fue asesinado por una pandilla que lo asalto. Eso pasó cuando Smith tenia mi edad y por eso pidio mi caso, ya que él sabe lo que se siente perder a un ser querido a está edad. A raíz de lo de su padre también decidió enlistarse en la policía a los 19 años.
-Bueno, ¿Como haz estado Mandi?- Mi sonrisa se amplió. Y lo mejor esque no era una falsa, con ellos podía ser yo misma.
Amanda.
***
Gracias por leer...
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Protección de testigos.
De TodoUn aclaramiento de garganta me trajo de vuelta de mis pensamientos, y me di cuenta de que los policías ya estaban frente a mi. -Joven, ¿usted fue testigo del asesinato?- Preguntó el que, según su placa, era apellido Cardenas. -Si, ¿porque?- Contesté...