Prólogo.

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El timbrido de un celular lo devolvió a la realidad

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El timbrido de un celular lo devolvió a la realidad. Miró su reloj de pulsera mientras el chico a unos pasos de él respondía suavemente a la llamada.

Media hora. Media hora había pasado desde que había tomado asiento sobre aquel columpio de madera, tan sólo a observar cómo, antes de ser interrumpido por su teléfono, aquel chico dibujaba, solamente con un lápiz de grafito y sentado sobre uno de los escalones de cemento que conducían a la orilla del río, a pesar de lo congelado que pudiese estar como consecuencia de las bajas temperaturas. Tantas otras veces, el río Han había sido su refugio, su escape de la tediosa realidad, pero ahora, ni siquiera se había tomado la molestia de ir más allá del puente Banpo.

Y es que el chico de cabellos oscuros había llamado su atención al instante. Su semblante estaba relajado y, cada tanto, se lo podía escuchar tarareando suavemente alguna canción que estuviera escuchando a través de sus audífonos. Era bastante notorio que disfrutaba de lo que hacía. Entonces, él se había detenido a mirarlo, sin preocuparse de si el chico pudiese darse cuenta de ello o no.

Suspiró y levantó la mirada una vez más, para darse cuenta de que el chico había abandonado su lugar en el escalón. Se levantó con urgencia y caminó hasta llegar a donde, minutos antes, el otro había estado dibujando, sólo para encontrarse con algunos restos de goma de borrar y el lápiz de grafito sobre el cemento. Lo tomó entre sus dedos congelados, rodándolo con ansiedad, mientras miraba a su alrededor.

El chico trastabillaba en dirección a la calle, sosteniendo el celular entre su hombro y su oreja e intentando poner todo en orden dentro de su mochila, con dificultad. Fue entonces cuando sus pies comenzaron a moverse instintivamente, trazando el mismo camino que él.

A pesar de la batalla que estaba peleando contra su amplia chaqueta, su teléfono celular y su mochila, el chico se movía bastante rápido. ¿Sería que llevaba tanta prisa como para no haberse dado cuenta de que había dejado su lápiz atrás?

Corrió un poco para acortar la distancia, comenzando a sentirse agitado una vez que llegó al cruce de peatones. El semáforo había mostrado su color verde justo antes de que él pudiera pasar, reteniéndolo ahí. Sus pies comenzaron a moverse, dando golpecitos al suelo, producto de su creciente desesperación. El chico de cabellos negros caminaba ya bastante alejado de él, por la acera del frente.

Su celular comenzó a vibrar en su bolsillo. Gruñó y, con un movimiento rápido y sin despegar la mirada del otro, respondió.

-¿Hola?

Mordió su labio al darse cuenta de que el chico casi había llegado a la esquina de la no muy larga calle y, una vez que eso pasara, sería casi imposible seguirle el paso.

-Jay, ¿en dónde te metiste? Jake está comenzando a ponerse nervioso porque aún no estás aquí.

Sus ojos se abrieron con sorpresa y, por primera vez, desvió la mirada. Había olvidado por completo que tenía una cita con sus amigos esa tarde.

ᴄᴏʟᴏʀᴇᴍ |Jaywon•Heejake|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora