Estoy encerrada en mi cuarto mirando la pared blanca, tiró la pelota roja que rebota y la vuelvo a coger. Suena el sonido de que está la puerta abriendose, y entra Becca.
—Quieren hablar contigo —dice mirándome.
Sin mirarla me levantó y caminó tras ella. Llegamos a una sala donde hay una mujer que no conozco, mi psicóloga y Becca. Me siento enfrente de ellas y las miro, observo a esa mujer que para mí es desconocida. Cabello pelirrojo hasta el hombro, ojos castaños, tendrá unos 32 años. Ella me mira fijamente y no le aparto la mirada.
—Es la tercera vez que te escapas, Stormy — habla la psicóloga llevándose mi atención.
—Lo sé, no quiero estar aquí. No sé cuántas veces tengo que decirlo —Aprieto mi mandíbula.—
—Has vuelto a pegarte con 3 chicas del centro otra vez —suspira—. ¿Por qué ha sido esta vez?
Me encojo de hombros mordiendo mi labio a la misma vez que le quitó la mirada. Stella es mi psicóloga desde que entré en este correccional hace casi 2 años. Le tengo mucho cariño.
—¿Quién es ella? —miro a la mujer y después a Stella.—
—Mi nombre es Rachel, quiero ayudarte —me río mirándola y negando con la cabeza.—
—Bienvenida, no necesito ayuda, ya puedes marcharte —pongo mis manos sobre la mesa mirándola con intención de irme.—
—Rachel, tiene un buen hogar, estabilidad, y convive con más chicas más o menos de tu edad a las que está ayudando —Dice Stella pidiéndome con la mirada que me siente —. Mira he llegado a un acuerdo con el director.
—Veras... —la mujer se acomoda y mira mis ojos—. Me dedico a ayudar a gente como tú, con problemas en la sociedad y problemas con ellas mismas.
—¿Que acuerdo Stella? —digo sin dejar de mirar a Rachel.—
—Estarás 1 mes en aislamiento por la pelea y tu fuga —suspira—. Después deberás estar trabajando 1 mes en la cocina, y sin ningún incidente y podrás salir—de repente tiene toda mi atención—. Pero... con la condición de que Rachel sea tu tutora.
—No necesito a nadie, tengo 17 años, aguantaré hasta mis 18, quedan 9 meses aun —niego cabreada.—
—Escúchame... —dice Stella, pero la interrumpo con un porrazo en la mesa.—
—Que no —gritó nerviosa.
Rachel me mira y solamente quiero huir de aquí.
—¿Nos dejaríais solas? —dice Rachel y la miró intrigada.—
Stella me mira asintiendo y levantandose.
— Recuerda no tocarla.- susurra Stella levantandose junto a Becca.—
—Estaré en la puerta, una voz más alta que otra Stormy y entraré —dice señalándome Becca.—
Cuando se van, Rachel se agacha y me fijo en un bolso negro que tiene en el suelo. De él saca una carpeta. La deja en la mesa y me la entrega.
—Ahora que estamos solas te seré sincera —me mira—. Quiero ayudarte porque tenemos algo en común.
Cojo la carpeta y cuando la abro mi corazón se para. Hay muchas fotos en distintos sitios, distintas perspectivas y el historial de cada persona. La miró con los ojos abiertos.
—Lo sé todo Stormy. Todo —cruza sus manos encima de la mesa—. Haz lo que te ha dicho Stella, y vente conmigo.
—¿Qué es lo que tenemos en común? —pregunto mirando los demás documentos.—
—Estoy formando una especie de...equipo. Quiero desmantelar todo lo que esté en mi mano, quiero que paguen —dijo con una voz seria, segura y tranquila.—
—Pero ellos son nómadas, es decir están por muchos lugares no solo en la ciudad —digo entrecerrando los ojos.—
—Igual que tu quieres venganza por lo que te hicieron. Yo también la quiero, Stormy —suspira—. Mira la última hoja.
Me voy al final, y veo recortes de periódico de un asesinato a un joven de 12 años.
—Como te he dicho yo también quiero venganza, era mi hijo —miró sus ojos y no veo que me mienta—. Se que quizás es pedirte mucho, pero si algo nos une a ambas es el dolor. Me da igual lo que tenga que hacer o perder, solo quiero que paguen como se merecen.
Intenta coger mi mano y rápidamente me aparto.
—Así que es verdad que nadie puede tocarte... —me mira y le devuelvo la carpeta—. No solo le daremos caza a ellos, hay muchos negocios en los que estoy metida, por eso quiero saber si estás dispuesta a todo.
Stella y Becca abren la puerta mientras Rachel y yo estamos inclinadas en la mesa levantándonos despacio, mientras Becca indica que se acabó el tiempo.
—Todo o nada —le susurro a Rachel mientras nos levantamos.
Ella asiente sonriendo y Becca me guía. Me giro mirandola, viendo como empieza con una especia de papeleo, y suspiro. Aunque no lo admita en voz alta estoy nerviosa, no se que pasará pero si tengo seguro algo y es que estoy poniendo toda mi confianza en esa mujer, no se si será mi destrucción o mi salvación, sólo sé que tengo que arriesgarme a comprobarlo. Necesito justicia, necesito volver a tener paz.
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CONOCIDOS
Romance¿Y si pudieras vengarte de las personas que destrozó tu vida?. ............................................................................................. -Prométemelo.-digo nerviosa aunque no quiero admitirlo.- -No Stormy, no voy hacerlo.-aprieta...