"Todo cuanto vive está diseñado para morir"
La tierra es el centro de una batalla interminable entre máquinas y androides. Relatos sobre múltiples personajes de Nier: Autómata.
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«No es ella...Es solo su esqueleto, solo su modelo...No es ella...»
9S se lo repetía una y otra vez. La sonrisa cínica se mantenía en su rostro y sus ojos azules brillaban con una mescla de emoción y dolor que era difícil de describir. El peso de horas combatiendo se había transformado en una fuerte convicción por destruir esa torre.
Los modelos 2B lo veían en silencio y sin ningún tipo de emoción, esperando su primer movimiento. El joven androide apretó el agarre de su espada "juramento cruel", mientras sus dientes chocaban. Analizó una última vez la posición de todas sus adversarias, antes de lanzarse al ataque con su Pod apoyándolo con la secuencia de disparo.
El acero de las armas chocando entre sí al iniciar el duelo, produjo un fuerte chirrido. 9S reculó para evitar un siguiente golpe y aprovechó la postura vulnerable de su contrincante para enterrarle la espada en el vientre. No tuvo tiempo de celebrar. Un par más de sus rivales lo asaltaron por un costado, viéndose obligado a rodar para ponerse a salvo. Dos más por su derecha y dos por la izquierda. El Pod cargó su potente láser y disparó contra las más cercanas, él se concentró en la pareja restante.
El joven androide se enfrentó contra otra de ellas, clavándole la hoja de acero. La restante intentó contratacar, pero fracasó. La situación la aprovechó de buena manera el ex miembro de YoRHa para piratearla. Se abrió enfrente de él su holo-terminal, mostrándole la matriz central de su oponente y el cortafuegos que intentaba evitar su acceso.
Un par de segundos después, la copia de 2B gritó en agonía y explotó justo donde estaba parada. El chillido agónico produjo una pequeña sonrisa en 9S. Le gustaba verlas sufrir.
Dos más se lanzaron a la ofensiva, el chico androide esquivó el ataque y recuperó su espada del vientre de una de sus víctimas. El filo metálico estaba cubierto de una sustancia rojiza y viscosa, qué combinado con su apariencia y expresión sombría, lo hacían lucir tan diferente de la versión que alguna vez fue antes de la muerte de 2B.
El combate se reanudó, las copias demostraron ser excelentes prototipos de ataque, sin embargo, no fueron rivales para la astucia de 9S. Una a una, cada esqueleto metálico, fue cayendo poco a poco al suelo con un sonido sordo. A veces, por la punta de "juramento cruel", algunas por el hackeo de sus sistemas, otras más por el láser del Pod153. En todo caso, aquello solo alimentó el estado inestable del modelo explorador.
El joven androide con un brillo oscuro en sus ojos y una sonrisa macabra, clavó con furia y resentimiento el filo metálico de su espada en su última adversaria, una y otra vez, mientras su pecho subía y bajaba con notable rapidez debajo de su chaqueta negra.
Estaba tan absorto en su venganza, que no fue capaz de darse cuenta del momento en el que ese último esqueleto comenzó a emitir un continuo pitido. Cuando finalmente fue capaz de notar lo que sucedía, ya era demasiado tarde. Primero fue un violento estruendo, luego un dolor punzante en su brazo, y finalmente, todo se volvió blanco.
