The sourcerer and the beast

Razones para quedarse

Merlín siguió mirando a la armadura con precaución. En Camelot había podido guardar bien su secreto durante un año sin problema pero parecía que aquí había sido descubierto con mucha facilidad. Sabía cómo trataban a los magos en Camelot. Los ejecutaban sin preguntas ni juicios. Había tenido suerte con Rojo. Parecía que aceptaba muy bien la magia porque la conocía. Pero no podía tener buena suerte dos veces en el día. Y menos después de haber confesado que había venido a matar a la bestia.

      - Vamos relájate. -dijo Gwaine tratando de calmar al joven brujo.- Supuse que, ¿como ha dicho que debía llamarle?

      - ¿Rojo?

      - Eso. Supuse que Rojo ocultaba algo y quería descubrir el que. Olvídate de lo de la magia. Regresemos al punto donde quieres matar a la bestia.

      - Eso ha quedado en el pasado. Rojo me contó la verdad.

      - Siempre ha odiado las mentiras. Supongo que ahora te irás.

      - Aún no lo he decidido.

      - ¿Por qué no? -preguntó con un poco de esperanza

      - Rojo me dijo que quizás podría ayudar aquí.

      - ¿Y quieres hacerlo?

      - Quizás. Estoy pensando en ello. ¿No me tienes miedo?

      - ¿Debería?

      - ¿Debería yo temer a la bestia?

      - Nunca haría daño a nadie.

A Merlín le pareció completamente sincero. Definitivamente no estaba allí para acabar con un monstruo que podía aterrorizar a Camelot.

      - ¿Cómo te llamas? -preguntó Gwaine

      - Merlín. Y supongo que tu querrás que te llame Verde.

      - Vaya. Sabes que color soy.

      - Rojo me advirtió sobre ti pero me has engañado de todos modos.

      - Supones bien. Quiero que me llames Verde.

      - ¿Por qué no podéis decirme vuestros nombres?

      - Es por tu bien. Es mejor recordar los colores.

      - Si eso es verdad, dime el nombre de la Bestia.

      - Si te digo que su nombre es Bestia, ¿vas a creerme? -Merlín le miró con incredulidad.- Supongo que eso significa que no.

      - Supones bien.

      - Preferimos que no sepas quienes somos por el momento. Es mejor así. Por favor, no preguntes más.

      - De acuerdo. No preguntaré más. Pero no creo que le agrade mucho que le llamé Bestia.

      - No creo que seas el tipo de persona que vaya a preocuparse por buscar un nombre que le agrade.

      - También es verdad.

Merlín usó su magia para crear una pequeña esfera de luz que empezó a moverse alrededor de Verde. Este se quedó maravillado observandola. La intentó tocar y notó como una pequeña descarga de energía.

      - Mucha gente teme a la magia como si la magia en sí fuera algo malo. Ni siquiera la comprenden. Muchos de los magos que se consideran malos solo son personas tratando de defenderse de personas con miedo que les atacan. Es probable que pudiera acabar con la bestia. Quizás sería sencillo con mi magia. Pero no voy a hacerlo. Ahora se que no quiere atacar ni matar a nadie. Pero si hubiera querido matar a la gente hubiera usado mi magia para detenerle. ¿Eso me convierte en el villano?