ᴄᴜᴀʀᴇɴᴛᴀ ʏ ᴏᴄʜᴏ

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ENERO DE 1998

Un dolor agudo y sangrante en su mente. Su corazón se sentía como si hubiera sido arrancando y lo hubieran destruido en miles de pedazos.

Trato de levantarse de donde estaba recostada, pero su cuerpo no respondió correctamente.

Sus brazos y manos temblaron. Los movimientos se sacudieron.

La oscuridad le comía el pecho y lo arrastraba hacia el fondo. Oprimiéndolo y haciendo florecer la sensación de ahogamiento.

El dolor le rasguñaba la espalda.

Su vista fue borrosa. Pensó qué tal vez si dejaba que sus ojos se adaptaran. Eventualmente podría enfocar un contorno tenue.

Intento respirar. Su corazón latía dolorosamente contra su pecho.

Un latido.

Un recuerdo.

Un latido.

Un recuerdo más.

Diana soltó un quejido mientras los recuerdos se movían furiosamente por su mente.

Extendió la mano temblorosa para sentarse y dejar sus pies en tierra firme. Ella sollozó y hundió su rostro entre sus manos.

Dolor.

¿Por que?

¿Por qué?

Diana había comenzando a morir desde que comenzó a recordar y analizar todo. Diana había comenzado a morir cuando se dio cuenta de la traición que Draco le hizo a ella. Su Draco.

Si es que él había sido suyo alguna vez.

Si todo había sido real.

No sabía hasta qué punto todo era real o era una manipulación demasiado cruel.

Algo tocó su hombro, ella gritó y se giró.

Draco estaba de pie frente a ella. Su rostro afilado y su cabello tan pálido como su piel. Ella se apartó bruscamente y luego se congeló mientras lo miraba. Su corazón cayó a su estómago.

Los ojos de Diana estaban muy abiertos cuando mientras lo estudiaba.

Él estaba allí.

¿Quien era en realidad él ahora?

Su rostro parecía más afilado pero era el mismo. Sus ojos...sus ojos parecían cristales rotos. Como si hubieran vidrios quebrados y relucientes dentro de sus iris plateadas.

La culpa seguía sangrando en su mirada.

—Tú... —Dijo, tenía la garganta seca y las palabras raspaban. La voz se le quebró. Estaba tan dolorosamente enojada.

"Si mi alma fuera el precio para protegerte específicamente a ti. La vendería de inmediato, no sería un precio, sería una oferta barata."

Todo la golpeó como una ráfaga de viento frío. Eterno. Secuestrada, torturada, alterada mágicamente para ser un arma de guerra.

Él estaba vivo. Él estaba allí. Él siempre había estado allí.

"El señor tenebroso me indicó cuidarte"

Sus manos se enfriaron dolorosamente. Sus huesos dolieron.

Se le heló la sangre, sintió como si estuviera hundiéndose en el océano.

Él se deslizó a su lado y se arrodilló en el suelo junto a ella. Mirándola, luchando por respirar correctamente.

Fue Draco. Él lo sabía. Él siempre lo supo.

Éternel; Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora