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Día 1. Pasión.

1. Bloddy Lan Zhan.

El mundo le conocía como el infame Patriarca de Yiling, ese que robaba jóvenes doncellas para causar deshonras y robar su energía hasta dejarlas tan secas como un trapo dejado al sol, aquel que tenía un ejército a sus pies de muertos, listo para atacar a las sectas.

Sin embargo, solo Lan Zhan conocía al hombre debajo esa mugrosa capa de rumores sin sentido. Solo él podía recorrer con la yema de sus dedos la piel blanca y con cicatrices, besar toda su extensión y labios suaves, pomposos que se extienden en muecas que gritan «¡Bésame!».

Solo Lan Zhan puede sentir a Wei Ying.

-¡¿Qué dirán los hombres justos de que el horrible Patriarca Yiling duerma en los brazos de su peor enemigo?! -exclama el joven más delgado, apretando sus brazos alrededor de su amante, saboreando ese momento de paz artificial, dónde solo eran ellos dos y nadie más.

-Que soy afortunado.

-¡Claro, sí! ¡Afortunado por poder rodar mi cabeza más rápido! -dice con gracia, pero a su pareja parece no causarle chiste.

Todo empezó cuando ambos eran unos adolescentes.

Wei WuXian fue invitado a estudiar a Recesos de las Nubes, adentrándose tarde en el lugar, con una botella de vino sin vergüenza alguna, sin embargo, quien lo atrapó no fue Lan Zhan, sino, más bien, su hermano mayor, quien solamente le dió una suave reprimenda y lo dejó ir, con la única condición de que pusiera atención en las clases. Aquello resultó ser bastante difícil, tomando en cuenta lo aburrido que hablaba el gran maestro Lan QiRen, pero nunca lo desafió ni dijo palabras extravagantes, solo porque estaba más interesado en hacerse amigo del sobrino de este, quería ser amigo de Lan WangJi.

Wei WuXian no perdió tiempo de impresionaroo con su música, con su conocimiento, con todo su arsenal completo hasta que hartó al Segundo joven maestro y este le invitó cordialmente a un duelo de espadas, dónde Wei WuXian perdió por medio movimiento de su muñeca mal calculado, pero aún así quedó más prendido, Lan WangJi solo podía sentir respeto por este chico, que había soportado la fuerza increíble de su brazo y su espada con sencillez y no se molestó al perder por tan poco, sino que se sintió feliz y humilde, comenzando a pensar tan rápido maneras de esquivar movimientos tan elegantes y sobre analizados como los de la secta Lan.

Lan Zhan, por otro lado, quedó embelesado con ese muchacho, con esa pícara sonrisa y ese andar felino, moviendo los amplios hombros y los pies en un son tan confiado, Wei Ying era un libro enigmático ante sus ojos de cristal, y, personalmente, Lan WangJi quería averiguar todos sus secretos, pasar sus manos por las páginas en un escrutinio privado.

Pasaron muchas cosas, pero ellos dos, en la biblioteca, fueron tomados de sorpresa por la primavera. Wei WuXian había cambiado el libro de poemas que Lan WangJi leía, solamente para hacerlo molestar, en cambio, Lan WangJi no se molestó, sino que decidió abrirlo en una página al azar, dando con la ilustración de un beso, así que no lo piensa tanto, atrapa fácilmente al otro y roza sus labios con los del contrario. Son suaves, pomposos y en el shock se abren, permitiendo su lengua atravesarlos. Es una boca que sabe dulce, inocente y es húmeda pero exquisita, Wei WuXian solo puede soltar un gemido de sorpresa al verse invadido por un muchacho tan regio y recto como Lan WangJi.

Cuando se separan, Lan WangJi ya se está arrepintiendo, pero después de ver la cara sonrojada de Wei WuXian, simplemente se siente victorioso y arrogante; cuando Wei WuXian tiene un arrebato y se abalanza sobre él, persiguiendo su boca, se siente realizado, alzado sobre los cielos.

[...]

En un comienzo, no le dicen a nadie, solo son besos y abrazos, platicas sin sentido hasta antes de la cena, sin embargo, con el correr de los días y los meses, Wei WuXian vuelve a casa.