Capítulo 3 corregido

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~Gabriel~


-Vamos Gabriel, debemos salir a divertirnos-. Dice mi mejor amigo Michel apenas entra a mi apartamento. El moreno se sienta en uno de los sillones de la sala mientras yo cierro la puerta de entrada y me dirijo a la cocina.

-¿Quién sale a "divertirse" un lunes a media tarde?-.pregunto mientras abro el refrigerador y saco el queso para prepararme un sándwich.

-Todo el que quiere encontrar el amor-. Responde Mich mientras se levanta. En menos de 10 pasos el ya se encuentra en la cocina y con una de las rodajas de pan en la boca.

Giro los ojos y saco otra rodaja de pan de la bolsa. –Bueno, el amor puede esperar, el hambre no-. Digo terminado de preparar mi sándwich de queso y sin esperar metiéndome un gran pedazo a la boca.

-Vamos-. Insiste Mich. -Acompáñame a ver si conseguimos a alguien que sea compatible con nosotros. ¿Acaso no vez que esta podría ser nuestra gran oportunidad?

-Bah-. Respondo sin darle mucha importancia. -Igual necesito estar pendiente al teléfono. Ya sabes las tutorías-. Digo solo para poner una excusa. Lo menos que quiero es ir a una fiesta este día. Papá me llamo hoy... y como las últimas veces ignoré su llamado.

-¿Sigues con esa tontería de ser tutor?-. Pregunta Mich regresando a sentarse en el sillón color marrón de mi sala. -Eso solo te va a hacer perder el tiempo, y el tiempo es algo fundamental hoy en día. Excepto- agrega Mich a estirándose para alcanzar el mando de la televisión. -que seas suertudo y des tutorías a tu alma gemela. Eso sería tener mucha suerte.

-Necesito el dinero... y prefiero que la persona que necesite tutorías no sea ni un poco compatible conmigo-. Agrego haciéndole saber que eso no pasara. -Sería de mala educación pedirle a mi alma gemela que me de dinero.

-Bueno es verdad... pero no creo que te llamen hoy-. Dice levantándose del sillón sin siquiera haber prendido el televisor. Muy típico de Michel. -Mejor ven conmigo a conocer gent...

La frase de Michel queda a medio terminar cuando mi teléfono empieza sonar en mi bolsillo. Lo saco temerosos de que sea otra llamada de mi padre.

Suspiro de alivio cuando el número es uno el cual no lo tengo registrado en mi celular.-¿Hola?- pregunto mientras camino por el estrecho pasillo del departamento hacia mi habitación.

-Hola.- Responde una voz femenina desde el otro lado de la línea. -Me llamo Amalia, yo vi tu anuncio en la universidad, era ese que decía...

-Si-. La corto-. Se a cuál anunció te refieres. No voy poniendo cientos de anuncios por la universidad. ¿Lo sabias?

-Jejeje-. La incomoda risa es claramente notoria, pero la ignoro.- Bueno así es mejor entonces. Yo busco más información al respecto. Sé que en el anuncio decía que el precio se puede negociar... pero yo no me creo eso. Así que... ¿Cuánto cuesta en realidad?

-Mira-. Respondo mientras veo que la puerta de mi habitación se abre. Mich entra mientras articula la palabra fiesta en su boca. Oh mierda. Necesito escapar de esa fiesta ahora. –Si tienes tiempo podemos discutirlo todo esto ahora.- agrego pidiendo que la tal Amalia acepte.

-Bueno, pero ni creas que nos veremos a solas. Todavía no te conozco así que mejor nos vemos en la cafetería El Rincón. ¿Te parece?-.

-Sí, me parece perfecto. Yo llegaré en unos 15 minutos-. Digo sosteniendo el teléfono en mi oreja mientras con las manos saco una sudadera azul del armario.

-Genial, yo estoy allí asiendo algunas tareas de la Uni. Te espero-.

-Sí, adiós.- Digo pasando la sudadera por mi cabeza.

-Adiós-. Agrega ella también colgando al instante. Termino de ponerme la sudadera y regreso mi vista a Mich. Él está apoyado en el marco de la puerta mirándome con una ceja enarcada.

-Entonces, debo suponer que esa sudadera que te pusiste no es para ir a la fiesta ¿cierto?

-Supones bien- respondo con una sonrisa.

-¿Cómo lograste escapar de ir a una fiesta esta vez?- curiosea Mich.

- Me reuniré con una chica que necesita tutorías-. Hablo saliendo de mi habitación. – Espero tardar. No me esperes-. Agrego guiñándole un ojo.

-Esta bien. De esta te salvas. Pero para la próxima vez no habrá escapatoria. Tú me acompañaras a una fiesta. Recuerda que entre los dos tu eres el chico bonito-, dice Mich mientras me sigue el paso hasta salir de mi departamento.

-Sí, bueno. Sea o no un "chico bonito". Yo me voy ahora. Te deseo suerte encontrando a tu alma gemela.

-Adiós chico bonito- dice Mich solo para fastidiarme. Ruedo los ojos antes de cerrar con llave mi departamento y bajar las escaleras a paso rápido.

La llamada perdida de mi padre atormentándome en todo el camino. 

La pareja perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora