*Kara*
¡Maldición!... Si no fuera por Lori, Lena y yo hubiéramos tenido sexo, por Dios ella es mi paciente, en qué demonios estaba pensando... Bueno, pero quien se puede resistir a esa Diosa griega, esos ojos verdes como esmeralda, esos labios que parecen estar hechos para unirse con los míos, ese cabello negro como la noche, ese cuerpo que parece ser tallado por los mismísimos Dioses.
Lena: ¿Kara?
Levante la vista y por el espejo que se encontraba al frente mío la vi entrar al baño ya vestida.
Kara: ¿Ya se fue?
Lena: Si, te traje esto. -dijo extendiendo su mano en la que traía ropa-
Kara: Gracias. -Tomé la ropa y vi cómo se dio la vuelta para salir de la habitación, pero antes de abrir la puerta ella se volteó a verme-
Lena: ¿Kara?
Kara: ¿Si?
Lena: Perdón. -dijo cabizbaja mientras jugaba con sus dedos-
Kara: ¿Por qué?
Lena: Por lo que pasó en la tina, fue muy imprudente de mí parte, no debí hacer eso, perdón.
Kara: Hey, -dije acercándome a ella y tomando su rostro en mis manos para que me viera a los ojos- ambas estuvimos de acuerdo con todo lo que ha pasado entre nosotras y aunque no debió de pasar, ambas sabemos que ninguna forzó a la otra.
Nos dimos un fuerte abrazo que duró unos minutos muy hermosos... Diablos, creó que necesito hablar con Nia y Alex lo más pronto posible.
Lena: Voy a dejarte para que te puedas vestir, yo ire por unas cosas para celebrar que en unas horas ya vas a cumplir tu primera semana soportándome y también será una mini despedida.
Kara: ¿Despedida?
Lena: ¿A caso ya lo olvidaste?, los sábados y domingos no tienes que ser mi niñera, -le dí una mirada de reproche y ella inmediatamente corrigió- bueno, psicóloga, no me mires así.
Me reí y Lena salió dejándome sola para poder vestirme. Cuando me terminé de vestir salí del baño encontrándome con que la luz de la televisión era lo único que impedía que toda la habitación estuviera a oscuras, la cama se veía muy cómoda con las cobijas y almohadas.
Lena: ¿Lista? -dijo Lena entrando a la habitación con un bowl de palomitas y dos refrescos-
Kara: ¿Para qué exactamente? -le pregunte acercándome a ayudarla-
Lena: Para realizar un maratón de Disney, recuerdo que una vez me dijiste que te gustaba mucho porque era un mundo mágico en donde todo era más sencillo.
Kara: Wow, ¿Cómo lo recuerdas?
Lena: Me gusta recordar cosas de las personas que me importan. -dijo inconscientemente mientras dejaba las palomitas en la cama y buscaba el control de la televisión-
Kara: ¿Te... ¿te importo?
Lena me volvió a ver extrañada por mi pregunta, pero luego su expresión cambio a nerviosa al darse cuenta de lo que había dicho.
Lena: Es decir... yo... tú... ¿Qué película quieres ver?
Dijo cambiando de tema y yo sonreí al saber que le importo, aunque no lo quiera aceptar o decir en voz alta. No puede ser, esta mujer me tiene loca, pero loca de amor.
Pasamos el restó de la tarde juntas viendo películas y descubrí que la princesa favorita de Lena es Bella porque es la única princesa que, sí se enamoró por los sentimientos y no por el físico, además de que es una princesa luchadora y familiar.
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Crazy in Love
Romance¿Qué pasaría si una paciente se enamora de su psicóloga de 24 horas? Una joven de 17 años llamada Lena Luthor proveniente de una familia muy adinerada se empieza a enamorar de su psicóloga Kara Danvers, pero el padre de Lena no está de acuerdo con s...