Julia y Lena habían vivido en esa casa por alrededor de cinco años, y en ese tiempo solo habían ido al sótano un puñado de veces. Su casa es victoriana, antigua con terraza, así que el sótano es viejo y húmedo. Cuando se mudaron, en un comienzo, mantuvieron vino y otras cosas ahí (porque a Julia le gustaba la idea de poder decirle a las personas que tenían un «sótano de vinos»), pero se volvió molesto ir abajo cada vez y acabaron prefiriendo el espacio de bodega.
Hace unas semanas, decidieron que lo íban a renovar - quizá convertirlo en un minigimnasio-. Un fin de semana, bajaron y empezaron a limpiarlo. El sótano tenía piso de madera, pero las paredes estaban cubiertas con un detestable papel tapiz amarillo de flores. Se veía excesivamente anticuado y asumieron que debieron haberlo colocado hace décadas. Así que empezaron a quitar el papel tapiz, y fue entonces cuando encontraron la puerta.
Una puerta de madera estaba oculta detrás del papel tapiz. La perilla había sido removida, dejándola plana. Estaban confundidas por cómo no la habían notado antes, cómo se había combinado tan bien con el resto de la pared. Pero, para ese punto, estaban en particular emocionadas por haber descubierto una puerta secreta, y mayormente dejaron su rareza de lado.
Todas las casas de su calle tienen sótanos, no era extraño asumir que pudo haber sido una vieja entrada que conducía al sótano de la casa vecina. Decidieron que les dirían a sus vecinos sobre la puerta mañana por la mañana, y sugerieron taparla (no se sentirian cómodas teniendo ese punto de acceso hacia su casa).
Julia trató de ver por el círculo pequeño de la puerta en donde la perilla o manija había sido retirada, pero estaba totalmente negro ahí. Sintiéndose entrometidas, usaron la linterna de su teléfono para espiar por el agujero. Julia miró primero y luego se mantuvo quieta.
- Esto no conduce al sótano de la siguiente casa - dijo lentamente. Lena fruncío el ceño y le pidió su teléfono para ver por si mismo. En lugar del sótano, había escalones conduciendo hacía abajo. Como no pudo ver más con la luz del teléfono, trajo su linterna grande y abrío la puerta.
Vieron bajo las escaleras con la linterna. No eran muy largas y al final de los escalones había otra puerta. Esta se veía realmente antigua; tablones de madera adheridos entre sí con columnas de metal. Incluso tenía una de esas manijas de timbre.
Julia propuso que le consultáramos a nuestro vecino sobre esto antes de bajar y salir, pero Lena sentía demasiada curiosidad al respecto. Tomó la linterna y bajó. Probó la manija y estaba un poco rígida, pero la tomó por sorpresa que la puerta se abriera.
Ilumino adentro con la linterna. Era un cuarto de concreto similar a su sótano, pero más pequeño, y esta era la única entrada o salida que podía ver.
Meneo la linterna por el cuarto y casi dio un salto por la impresión. Había un hombre parado al final de la pared, viendo hacia ella. Estaba inmóvil, por completo, y vestía un traje y sombrero negros. El hombre permanecía tan quieto que comenzó a pensar que era algún maniquí, hasta que levantó su pie pausadamente.
Se quedé congelada con su linterna enfocada en él. Solo alcanzaba a iluminar su cuerpo, pero el resto de la habitación permanecía en oscuridad total. Mantuvo su pie en el aire, antes de empezar a desplazarlo un paso hacia atrás. Sus movimientos fueron antinaturales y torpes, como alguien que no entendía del todo cómo es que se camina. Permaneció así por un momento, aún quieto, con un pie echado hacia atrás. Luego levantó su otro pie de la misma forma incómoda. Esta vez, cuando completó el paso en reversa, su pie se estrelló contra el suelo.
El sonido la sacudió de su letargo y salto hacia atrás. Tan pronto como se movió, fue como si gatillase algo, y él corrió abruptamente. Se desplazaba al revés en dirección a Lena con sus piernas disparándose hacia atrás torpemente. Suena un tanto gracioso, pero en ese momento fue totalmente aterrador. Nunca ella había visto a alguien moverse de esa manera.
Por reflejo, le lanzó la linterna (quizá pensando que podría noquearlo o herirlo, aunque realmente no estaba segura) y volvió a las escaleras, tirando la puerta detrás de ella y corriendo hasta el sótano, también tirando la segunda y última puerta. Titubeo frente a la entrada del sótano, haciendo una barricada con su brazo, tratando de controlar su respiración y entender lo que había presenciado.
Lena escuchó el sonido de la puerta subterránea siendo empujada, abierta y luego lo que sonó como algo que se arrastraba por el piso. Creyó haber escuchado una especie de siseo, momento en el cual salío huyendo de la casa y gritando el nombre de Julia. Ella estaba en el pórtico hablando con el vecino. La agarro y jalo hasta el otro lado de la acera, gritándole a su vecino que se alejara de la casa.
Sin explicarles lo que había visto, sacó su teléfono y llamó a la policía. Todos estaban esperando en la oscuridad - su vecino con su bata y pantuflas -, viendo la casa. Luego de unos momentos, vio que las luces que habían dejado encendidas en su cocina se apagaron. Lo único que recuerda Lena es haber sostenido la mano de Julia firmemente, observando a través de sus ventanas oscuras y esperando a que la policía llegase.
No encontraron a nadie en la casa, pero la puerta del sótano estaba abierta al igual que nuestra puerta trasera. Habían revisado el jardín, pero no había nadie, ni ninguna huella visible o signos de que alguien hubiera estado ahí.
Trajeron un equipo forense para revisar el cuarto escondido. Su vecino les dijo que no tenía conocimiento alguno de cuartos como ese. Lena no quería volver a bajar ahí, así que les enseñaron fotos de las paredes dentro del cuarto. El concreto estaba tallado con símbolos y habían encontrado sangre de cientos de años edad. Enviaron los símbolos al departamento de historia de nuestra universidad local, pero nadie supo lo que significaban.
Sellaron la habitación y nunca volvieron al sótano de nuevo. Lena cree que cometió un grave error al abrir la puerta ese día, al entrar a ese cuarto. Cree que liberó algo... algo que alguien había encerrado por una razón, y no cree que lo que vio tenga buenas intenciones...
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Titulo original: "Descubrí una puerta secreta en el sotano... y creo que cometí un grave error"
Créditos a quién corresponda
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One shots - t.A.T.u.
ParanormalCada capítulo una historia diferente con Julia y Lena como protagonistas ¿Interactuaran con fantasmas? ¿Buscarán venganza? ¿Han perdido la razón? O ¿Serán asesinas? (PD. Ninguno es de mi autoría, créditos a sus diferentes autores)