ÚNICO

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Llevaban en la Casa Roja mucho o poco tiempo, la verdad ya no lo sabían, hace mucho que dejaron de pensar en salir de ese lugar.

Se preguntarán porqué digo esto, la razon fue simple para ambos; no podían sacar a Tsukasa de ella, por más que lo intentaron y dieron lo mejor de ellos sus intentos fueron en vano. La casa se negaba a liberar al pequeño castaño que tanto tiempo le hizo compañía, incluso cuando el mismo niño trató de convenserla en varias ocaciones.

Se sintieron frustrados y mientras iban pensando como salir vivos todos juntos empezaron a convivir de forma más cercana entre ellos.

—¡Nene!/¡Nene-chan!—. Escuchó ambas voces de los chicos, uno más joven que el otro pero ambos sonando animados mientras el pequeño se acercaba a ella.

Compartían juntos, jugaban con el mini azabache, reían, cantaban, comían, se divertian y al final del día dormían con la manta más cercana a ellos para sumergirse en el pais de los sueños.

Pronto Minamoto y Yashiro se dieron cuenta de que ese Yūgi dependia más de ellos, la dulzura de ese pensamiento solo los hizo suspirar de ternura al pensar que parecian una linda familia de tres.

Pero sabían que esa felicidad no sería duradera, debían irse, pero ver como el infante se aferraba a ellos, como los abrazaba, les regalaba sus dibujos he incluso demostraba su cariño para con ellos los debilitaba en sus decisiones.

Una vez confesó que si ellos se iban se sentiría muy triste ya que los concideraba su nueva familia, que no lo dejaron a pesar de poder irse solos, y les agradecía por ello. Eso les estrujó hasta lo más profundo de su ser y se sintieron culpables por pensar en soltarlo de vuelta. Pues se dieron cuenta que la soledad y el abandono en el niño sería algo que lo marcaría.

Es por eso que tomaron una decisión.

—¿Qué pasa Tsukasa-kun?—. Preguntó con dulzura mientras dejaba la cuchara de madera para revolver el curry a un lado y arrodillarse a la altura del infante.

(Una que posiblemente no les guste a sus seres queridos de afuera)

—Mira.— Extendió su mano y ella se acercó un poco para ver que lo que tenia era una hermosa mariposa de bellos colores morados.

(Una decisiva que cambió sus vidas para toda la eternidad.)

—Que bonita.— su comentario fue involuntario, pero no cabia duda de que era cierto.

—¿Verdad? Estaba en una de las habitaciones de la casa, tal vez se perdió. —Declaró sumergido en su curiosidad de niño mientras las miradas ajenas se miraron entre si para sonreirse con agrado por su comentario.

Quedarse ahi por siempre y para siempre junto al pequeño Tsukasa Yūgi.

—Ya veo-, ¡oh!— Se sobresaltó cuando la mariposa partió vuelo nuevamente y los tres veían como ella se iba de ahí a algún otro lugar lejano.

(Porque este se habia vuelto como su hijo)

Es probable que se arrepentirán, su decision les pesará en algun momento, pero...

El pequeño se dió la vuelta y los abrazó del cuello, sorprendiendolos.

—Los quiero.— musitó bajito, aferrandose más al abrazo que pronto fue correspondido.

—También te queremos enano.— Contestó Kou mientras acariciaba su cabecita y ella hacia lo mismo pero en su espalda.

En ese momento no les pareció mala idea actuar como una familia para el pequeño.

(Y asi será, por el resto de la eternidad)

𝙵𝙰𝙼𝙸𝙻𝙸𝙰

N/A: ¡Tadaan! Hace mucho que tenia este one-shot, solo que no sabia como completarlo.

Pero aqui está como un AU de ellos tres siendo una familia en una casa embrujada.

Familia | One-shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora