Capítulo 28

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Ellos llegaron a la empresa con una sonrisa, los dos sabían que en esas vacaciones igual el descanso no sería lo que gobernaría, cada uno se fue a su oficina no sin antes darse un beso, Valentina estaba sintiendo muchas cosas, amaba estar con Rafael, todo lo que la hacía sentir era tan ageno a ella pero disfrutaba cada segundo, no sabía que hacía para que con solo una mirada los supieran lo que sentían, no tenían mucho de conocerse apenas un par de meses pero pareciera que se conocían de todo la vida, quizá en algún momento fueron almas gemelas y en esa vida le tocaba reencontrarse; aunque todo era hermosa había veces que el miedo opacaba la felicidad, si Camilo que la conoció por años la lastimó y la engaño ¿Por qué Rafael no lo haría? El tiempo que habían estado juntos ella sentía que era un hombre sincero pero su mente le jugaba en contra.

La tarde llegó, los dos habían estado trabajando sin interrupciones, Valentina sabía que no se podían ir hasta el fin de semana, solo faltaban un par de días, tiempo suficiente para dejar todo arreglado; ella estaba entusiasmada por las vacaciones aunque sabía que no era el momento correcto. Cuando llegó la hora de la salida vio su puerta abrirse un poco dejando entrar una margarita la cuál era su flor favorita, el al verla esbozo una sonrisa, unos segundos después Rafael entro con la flor en la mano

R: Una bella flor para una mujer aún más bella -sonriendole- ¿Lista para esta noche?

V: Estoy lista -sonriendole- déjame acabo esto -señalando la computadora- y nos vamos

R: Perfecto -sentandose en su silla- Creo que usted ya no tiene lugar donde sentarse licenciada -sonriendole pícaro-

V: -sentandose en sus piernas- pues yo ya encontré lugar -riendo-

Valentina acabo rápido y apaga lo computadora, cuando se levantó para irse Rafael le tomo la mano y la volvió a sentar en sus piernas, ella cruzo sus manos por su cuello y el puso su mano en su muslo acariciándole la región haciendo que ella esbozara una sonrisa

V: ¿No te quieres ir?

R: Lo que quiero es estar contigo el mayor tiempo posible -dandole un beso- Valentina, creo que es hora de decirte algo que yo acepte

V: Me estás asustando, ¿Que me quieres decir?

R: Valentina, yo, yo me di cuenta que te amor, con todo los defectos que puedas tener y con todo lo que se oponga a esto, créeme que no me es fácil hablar de lo que siento pero con todo esto que siento y contigo es tan fácil expresarte lo que siento, estoy enamorado como nunca en mi vida, mi corazón te pertenece por completo

V: Rafa, yo sé que te dije que necesitaba tiempo, en realidad nunca pensé en enamorarme tan rápido de alguien por qué si, si estoy enamorada de ti y creo que te amo, lo que siento por ti es diferente, único, a veces me siento como en un sueño, todo esto es tan bonito e intenso que a veces el miedo me gana pero quiero luchar por esto que sentimos, espero que nada ni nadie nos arruine esto pero si alguien se atreve vamos a luchar por eso

Rafael respondió dándole un beso, un beso lleno de amor, de esos que roban el aire, que curan el alma, uno que fue capaz de expresar lo que sentían sin dar explicaciones, uno que le devolvió el color a sus días, aunque su relación era más pasional en ese momento gobernaba el amor, uno puro, sincero, Rafael era la paz de Valentina, el había llegado cuando más lo necesitaba y Valentina era todo para Rafael, no sabía si estaba haciendo lo correcto en apostar por su amor sin siquiera saber lo que sentía pero no le importaba, algo le decía que ella era la mujer de su vida, cuando dejo de buscar el amor lo encontró de la mejor manera.

Después de separarse de ese beso Valentina recargo su frente contra la de el mirándolo a los ojos y sonriendo, ella amaba cada gesto de Rafael, su manera de ser, lo coqueto que era con ella y como la hacía sentir la mujer más bella y deseable del mundo, no estaba segura si podía pasar toda la vida a su lado pero el tiempo que pasará con el sería lo mejor de su vida

V: ¿Quieres que nos vallamos a cenar algo?

R: ¿Tienes hambre? Podemos ir a un restaurant que está aquí cerca, ahí hay algo de música si lo que quieres es bailar aunque tambien conozco un lugar más romántico -sonriendole-

V: Sorprendame apuesto caballero -sonriendole- 

Rafael solo le sonrió y salieron tomados de la mano, el quería que fueran uno en todos los lugares posibles y sus oficinas no eran la excepción pero hoy quería que fuera algo especial, que dejará huella en ella; como el viaje era algo largo se fueron en el carro de Valentina, como ella estaba algo desvelada sin saberlo se quedó dormida en el camino facilitándole a el la sorpresa, cuando llegaron vio a Valentina plácidamente dormida en el asiento del copiloto, Rafael esbozo una sonrisa y le dio un beso en los labios

R: Guapa -susurrandole- ya llegamos

V: ¿Cuánto tiempo me dormí?

R: Eso no importa mi amor -sonriendole- vamos a entrar -tomandole la mano- cierra los ojos que yo te dirijo

El la dirigió a la entrada de ese lugar asegurándose de que no viera nada, la puso enfrente para que pudiera ver todo lo que estaba a su alrededor, Valentina podía sospechar donde estaban por el clima

R: Abre los ojos mi amor -susurrandole-

Continuará...

Las dos caras de una sola mujer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora