¡Bienvenida Kay-chan!

La aparición

P.V. STING:

Rogue y yo volvíamos de una misión. El crepúsculo creaba un ambiente pacífico, tranquilo, y a la vez tan irreal en una ciudad como aquella. Mi compañero y yo recorríamos el camino al gremio en silencio. Lector y Frosh iban más adelantados, jugando entre los árboles.

-¡AAAHHH!

Rogue abrió los ojos de par en par.

-¡Frosch!

Salió corriendo y yo decidí seguirle. Llegamos a un claro donde Frosh estaba escondido tras Lector. Al lado de un árbol había una chica inconsciente. Su cabello largo y violaceo se pegaba a su piel pálida. Rogue trató de calmar a Lectoy y Frosh, mientras, yo me acerqué a ella. Alargue la mano para tocarla, estaba ardiendo.

-Rogue, tenemos que llevarla al gremio.

-Pero ni siquiera sabemos quién es...

-Mi conciencia no me permite dejarla aquí.

-Está bien, la llevaré por las sombras, te espero en el gremio.

Durante días estuve pendiente de ella, tenía la sensación de que aquella chica no era normal. Por fin, uno de aquellos días, abrió los ojos. Me perdí en ellos. Eran de un negro profundo, en el se observaba, literalmente, el paso del tiempo, pues no vi negrura en ellos. Ví la época de los dragones, guerras, princesas...Ví la historia de este mundo de locos, aunque también cosas que no lograba descifrar.

-Mmm... ¿Hola? -dijo ella con voz cálida y suave.

-Esto... hola...Soy Sting, te encontramos en el bosque inconsciente y te trajimos aquí, a Sabertooth. Nos vendríabien saber tu nombre para que vengan a buscarte.

-Kayla... Kayla Fullbuster.-y volvió a quedarse dormida.

Rogue entró por la puerta.

-No es la única Fullbuster de la ciudad, ¿recuerdas a aquel mago de hielo de los Grandes Juegos mágicos?

-¿Gray de Fairy Tail?-Rogue asintió- Hazlo venir.

P.V. KAYLA:

-No la concozco.

-Pero no hay más Fullbusters por los alrededores.

Me encontraba tan  exhausta que apenas podía abrir los ojos, pero hablaban de mi y tenía curiosidad. A mi alrededor estaban el chico rubio de antes (Sting, creo), otro con una melena negra como el carbon tapándole el ojo, y el tercero...

-Silver...

Este abrió los ojos de par en par.

-Dejadme a solas con ella.

-Pero si no la conocías... -Protestó Sting.

-Intentaré hacer memoria.

El rubio intentó volver a protestar pero el chico del pelo negro le puso la mano en el hombro, deteniéndole. Estos dos se fueron y aquel que parecía Silver me miró con curiosidad y el ceño fruncido.

-Silver... -Volví a decir con lágrimas en los ojos, pues lo tomaba por muerto.

-No soy Silver.-dijo serio.

-¿Como?

-Silver era mi padre... murió a manos de Deliora.

Lloré durante unos minutos que se me hicieron eternos.

-Entonces tu eres... ¿el pequeño Gray?

-¿Me conoces?

-Silver fue mi hermano.-Gray puso cara de asombro- Es un poco difícil de explicar...