don't forget - minbin.

can you see my heart?

No era la primera vez que sucedía aquello y Changbin se sentía tan adolorido; su pecho se sentía apretado y las náuseas se instalaron en el sin intención de desaparecer. ¿Realmente era divertido eso? Minho y Jisung se habían carcajeado de lo sucedido pero Changbin no le encontraba la gracia.

- ¿Están en una cita? Hacen una asombrosa pareja. - la recepcionista mencionó, jisung y Minho llevaban sus manos tomadas, sus dedos estaban entrelazados. Ambos chicos soltaron una suave risa ante el comentario de la chica.

- ¡No! Solo somos mejores amigos. - mencionó Jisung, mientras sus mejillas estaban coloradas.

- ¡Oh, lo siento! Realmente creí que eran pareja, son bastante adorables. - la chica rió y anotó su orden.

Changbin se había quedado un par de centímetros atrás de ellos. Su corazón se sentía pesado, adolorido ante aquella situación. No era divertido escuchar como le decían a tu novio que lucía bien con otra persona, mucho menos con su mejor amigo.

No era la primera vez que sucedía pero no dejaba de doler, no estaba acostumbrado a ello, se suponía que ese tipo de comentarios deberían ir dirigidos hacia él.

La chica tomó su orden y ambos se fueron a sentar, dejando a changbin olvidado una vez más. Quería llorar, se sentía demasiado mal como para seguir ahí sin romperse por completo. Tragó el nudo de su garganta y se acercó a la chica que atendía mirándola solo de reojo mientras pensaba en que podría pedir.

- ¿Qué ordenará? - Murmuró la chica con amabilidad, sonriéndole al pequeño chico que yacía parada frente a ella.

- Yo... Una malteada de fresa está bien, por favor. - Murmuró, mientras buscaba en su mochila su billetera para pagar su orden.

Sacó la cantidad exacta y se lo dió a la chica, sonriéndole de lado y susurrando un suave gracias.

Llevó su mirada hacia la mesa donde Minho y Jisung estaban, ambos estaban perdidos en su mundo, tanto que se habían olvidado por completa de que Changbin iba con ellos.

Esperó su pedido y agradeció con una pequeña reverencia para salir del lugar en dirección a su casa, su pecho se sentía tan jodidamente oprimido que dolía. Minho ni siquiera se dió cuenta que se había ido, ni siquiera se dió cuenta que no estaba sentado a su lado.

Sacó sus auriculares y se los puso, para luego colocar 'Can you see my heart' de Heize, desde que había escuchado aquella canción no había dejado de reproducirla una y otra vez, mientras lágrimas dejaban sus ojitos silenciosamente.

Iba tan sumergido en sus pensamientos, sus ojitos estaban repletos de lágrimas que no se percató de alguien frente a él, estampandose fuerte mente contra su pecho y bañándose por completo con aquella malteada que había comprado pero de la que no había bebido ni un sorbo.

Jadeó al sentir el frío líquido sobre su pecho y cerró sus ojitos, mientras susurraba suaves disculpas.

- Hey, ¿estás bien? - preguntó el chico frente a él, con el que había chocado.

Changbin levanto su mirada, sabía que sus ojitos estaban hinchados y sus mejillas rojas pero aún así lo hizo.

- Lamento esto, soy muy torpe. He estado algo distraído y no me percaté que estabas enfrente yo...

- Está bien, realmente no importa, no me ha sucedido nada... Al contrario de ti, ¿Tu casa está muy lejos? Hace frío y probablemente pueda hacerte daño estar empapado por tanto tiempo. - mencionó el hombre rubio que era un tanto más alto que él, varios muchos centímetros siendo sinceros.

- Yo... No voy muy lejos, no te preocupes. - sonrió un poco, acomodando sus prendas. - De nuevo lamento chocar contigo.

- Ya, no fue tu culpa... - alargó sus palabras, con la intención de que el joven frente a él le dijera su nombre.

- Oh, soy Changbin. - hizo una pequeña reverencia.

El rubio soltó una suave carcajada ante su tierna acción. - Soy Christopher, pero puedes llamarme Chris o Chan.

El más joven frunció su ceño con confusión, pero asintió despacio para después brindarle una sonrisa.

- Debo irme, hace un poco de frío. Mucho gusto, Chris. - decidió avanzar en dirección a casa pero una mano adversa tomo la propia, haciendo que se girara para observar a quien la había tomado con suma confusión.

- Yo... ¿Me pasarías tu número? es decir, me agradaste y bueno, soy nuevo por aquí. - murmuró el chico frente a él y Changbin, apresar de que dudo un poco, asintió despacio Para tomar el celular del chico y anotar su celular. - Además, debería pagarte esa malteada que tiré... Entonces tal vez podríamos salir luego, ¿No?

-Oh, no me gustaría molestar. - el rostro del adverso lo hizo cuestionarse si rechazarlo era una buena idea. - Está bien. - sonrió un poco al ver la sonrisa adversa. - Ahora, debo irme. - sonrió a medias y se fue, sintiéndose bastante confundido ante la situación.

Checó su celular con esperanza de ver algún mensaje de Minho pero, no había nada en la bandeja de entrada, tampoco ninguna llamada y aquello termino por destuirlo.

Llego a casa y se dió un baño, colocándose su pijama una vez que salió de la ducha y se secó. Se recostó en su cama y lloró hasta que pudo quedarse dormido, esa era la única forma en la que podía dejar de pensar en lo sucedido con su novio.

No sabía exactamente qué tanto tiempo había transcurrido pero el ruido de su teléfono sonando lo despertó. Miró éste y se dió cuenta que tenía un sin fin de llamadas perdidas.

Eran las 3 de la mañana, fuera de su casa se escuchaban fuertes golpes en la puerta y Changbin se puso de pie con terror de lo que pudiera pasar.

Observó quien tocaba y soltó un suspiro al ver a Minho ahí parado, con su rostro serio y con notable molestia.

Abrió la puerta lentamente, mirando al mayor mientras aguantaba las ganas de reclamarle y llorar.

- ¿Por qué demonios te fuiste? - mencionó el mayor, el enojo era palpable en su voz y Changbin no pudo evitar temblar. - ¿Por qué siempre que quiero que te hagas amigo de jisung terminas desapareciendo?¿No te agrada?¿No te importa lo que quiero?

Changbin cerró sus ojos, las lágrimas estaban por salir y él debía calmarse. Seo no quería ser amigo de Han, Seo no podría convivir con la persona que más inseguridades le causa.

- Ni siquiera lo notaste. - Susurró bajito, apenas audible. Su voz se escuchaba temblorosa.

- ¿Qué dijiste?

- Ni siquiera notaste que me había ido, ni siquiera me volteaste a ver cuándo la chica les dijo que hacían linda pareja, ni siquiera mencionaste mi nombre o me señalaste para aclarar quien era tu pareja era yo. ¿Por qué a él lo tomas de la mano y a mi no? - mencionó entre llanto, sus mejillas bañándose en las lágrimas que escurrían desde sus ojitos.

- Changbin, la gente no necesita saber que somos pareja para que lo seamos. Yo te amo a ti, ¿qué es lo que no entiendes? - mencionó el mayor. - Estoy saliendo contigo, ¿Qué más pruebas necesitas?¿Quieres hacer que me aleje de Han? Porque eso no va a suceder, deja tus celos de lado por una vez, por favor.