¿Por qué lo prohibido siempre resulta lo más interesante?
El pequeño Izuku lo sabía, no debía acercarse al mundo humano y tampoco interactuar con ellos. Lo sabía, pero no pudo evitar soñar despierto hasta que cayó en la trampa de la fantasía.
Sus l...
Sami J. Laine - Come Whit Me Reproducir cuando aparezca este símbolo
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Desenterrar el pasado y buscar los "hubiera"
La mañana siguiente quien se levanta primero es Izuku o más bien, no pudo pegar ojo en toda la noche. Las horas de larga espera solo fueron una tortura, moviéndose de lado a lado sin conciliar el sueño, espera impaciente explicarle todo a Kacchan sobre su vida, pero no puede decirlo frente a esas personas que le son desconocidas.
Aun cuando todos duermen, sigilosamente camina hasta el río de la otra noche para refrescarte e inventar una buena excusa para salvarse del regaño de cierto rey que lo espera. Reconoce que tuvo la culpa, pero no puede simplemente recibir todo un sermón porque no lo hizo con intención... Oh dios, va a morir en cuanto lo vea.
─ Ains...
Pasa sus manos por su cabello nervioso, respira profundamente y cierra los ojos, memoriza por última vez y repasa las palabras de misericordia para All Might.
─ La última vez que te vi no hacías eso, es jodidamente aterrador. ─ Izuku da un grito ahogado, pero no se molesta por el comentario. Katsuki camina por su lado, va al río para tomar algo de agua.
─ Es un mal hábito, perdón. ─ Revisa el camino por donde vino él también, no logra ver a nadie más.
Entre los dos, queda un silencio extraño, se nota que quieren hablarse, pero no saben cómo empezar. Izuku quiere animarse en empezar una conversación, levanta la mirada y puede ver mejor los rasgos de Katsuki. Cejas abundantes y gruesas levemente fruncidas, los mismos hermosos ojos que se parecen manzanas frescas, labios gruesos de color durazno, el mentón prominente y una clavícula marcada perfectamente.
Su exótica vestimenta roba su atención, una espléndida capa roja con blanca lana que cubre sus hombros, cuello y espalda; ese rojo, ese mismo color hace juego con sus ojos.
─ ¿Qué tanto me miras, Deku? ─ Había pasado observado de cerca cada poro de su piel con sus ojos, perdido en el inmenso cariño que profesa.
─ ¡Ah! Perdón, es que... Ahora puedo verte mejor, Kacchan. ─ Sus ojos se miran impacientes, todavía más al necesitar respuestas. ─ Kacchan ¿Por qué me dices "Deku"? ─ Eso fue lo primero que se le ocurrió.
─ ¿Qué?
─ Siempre quise preguntar, pero antes no sabía cómo y ahora... No entiendo mucho. ─ Desde pequeño recuerda que Katsuki nunca lo llamó por su nombre, Izuku.
─ Ahora que lo dices, iba a preguntar por la misma mierda. Ante la Ojos de mapache dijiste algo como: Midoriya Izuku. ─ Repite imitando la voz del peliverde.
