Europa. #Wattys2015

Untitled Part 1

Un hombre dio todo por sus seres amados, hasta que esos seres se desvanecieron, en especial uno, el inicio de un amor inexplicable. ¿Qué puede hacer un individuo, cuando anhela a su ser amado en un mutismo atroz?No mucho, solo tratar de seguir la vida de la mejor manera posible. O salir de ella, o... hacer algo más que una locura, algo que muchas personas no podrían imaginar. Copiar o imitar las historias ficticias que muchos de los mortales buscan para salir de La monotonía, de las cosas desagradables que puede llegar a traer la vida.

Y es efectivamente lo que hizo Edgardo.

Su vida fue básicamente como la de cualquier persona, desde la infancia hasta su adolescencia se destacaba en ciertas cosas artísticas, hasta en la parte musical se podía sentir cómodo. Pasando su mayoría de edad conoció a una hermosa mujer, conoció a Ella, a Elizabeth, destacándose en colores dentro de un retrato en blanco y negro.

El la vio allí, entre sombras, era la portadora de la luz que el necesitaba, porque fue allí donde supo con certeza que necesitaba de algo sumamente importante en su vida, y era esa mujer de luz, su sol que iluminaría la vida. La había estado esperando toda su vida hasta ese momento, solo que no lo había notado, no prestó atención a eso. Pero ahora ese momento fue retratado para siempre en su memoria, en su corazón, en lo más profundo de su subconsciente.

Logró sacar sus turbaciones, y luego de un tiempo formaron pareja, luchando contras los problemas de la vida, pero esta vez, juntos. Edgardo disfrutaba de su tiempo libre junto a ella, pero más allá de esos momentos a él le gustaba inventar, experimentar en las ciencias, aunque no tenía la inteligencia de un verdadero científico. Aún así siempre pensaba e imaginaba en que podría inventar algo de suma utilidad para las personas, sólo que no estaba seguro de qué podría ser ese algo. En si por el momento no importaba, ya que disfrutaba de los momentos de Elizabeth, hermosos momentos bajo el sol.

Así transcurrió el tiempo, y comprobaron que Elizabeth no podría quedar embarazada. Esta noticia, fue algo que trae la vida podríamos decir, pero como todas las historias que escuchamos, no causa el mismo impacto que cuando nos pasa en carne propia. Y esta pareja estaba destrozada, pero al mismo tiempo unidas por el amor de ambos. Deseaban en verdad poder concebir al menos un hijo, el cual sería la prueba y el resultado de tanto amor, y así serian felices al menos tres, ya que pensaban siempre en tener más de uno.

Un momento de suma tristeza abarcó en la vida, una sombra que solo la luz del amor en sus corazones podría alejar, y para eso ambos corazones latirían como uno. Pero esa sombra solo fue algo mínimo, como los relámpagos, la llovizna y el viento que comienzan, pero solo es el comienzo o el anuncio de una tormenta que se aproxima con velocidad. Todo lo que se acercaba, era para alguien en especial, era algo que dejaría latir a un sólo corazón...

Dos meses donde lograron pasar esa sombra, donde sus sonrisas resplandecían a la luz del sol del amor. Simplemente seguirían intentando, rogando al Ser Divino que puede conceder milagros a los mortales. Pero donde sus manos se separaron. En el plan estaba el casamiento, pero hubo un velorio. Dos semanas luego de que el sol iluminara sus sonrisas, Elizabeth fallece. Los sistemas guías de una nave de transporte de pasajeros fue hackeada y usada como una amenaza para el mundo que se introducía lentamente a esa tormenta. Los motores de la nave fallaron, y una mole de miles de kilos cayó sobre el mercado donde se encontraba Elizabeth. Cientos de personas murieron, y por kilómetros a la redonda se extendió el fuego antes de poder ser controlado.

El futuro no era tan jubiloso como se lo imaginaba, el futuro para Edgardo se introdujo en una tormenta sumamente oscura, una tormenta donde tendría que haber muerto, pero vivió de una manera desesperante. Luego de un año de luto, de buscar el sentido a la vida, de pensar constantemente en los hechos que pasan entre sonrisas y lagrimas, en encerrarse en su mente y adaptar sus ojos a la oscuridad de la tormenta, pudo salir. Pero ya no era la misma persona, ya que al unirse con otra alma, el vacío era existencial, dos corazones latían como uno, y a falta de uno, su corazón latía con más fuerza para soportar dicha vida.