Capítulo 17

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Riyu había aparecido en escena, aunque Gray y Juvia estaban tan inmersos en su mundo que no se dieron cuenta de la presencia del pelirrojo.

Él no poseía magia, pero lucharía por la vida de su amiga, por rectificar sus errores y por conseguir el perdón de Aiko por ser tan estúpido de dejarse engañar y nublarse la vista para conseguir un inalcanzable objetivo. Revivirla. La añoraba tanto que se había puesto un parche en la herida sobre la realidad de lo que estaba ocurriendo.

Corrió en dirección a Iwao, quien intentaba ponerse en pie. Riyu se sentía traicionado y herido, había confiado en él como si fuese su propio padre, era consciente que tanto él como el viejo estaban mintiendo bastante a Juvia, pero nunca se le pasó por la cabeza que Iwao estuviese usando la misma táctica con él, ¿esto es el karma? Puede ser.

A pesar de no tener ni una piza de magia se enfrentaría al abuelo aunque fuese con un palo.

-¿Qué piensas hacerme? No eres más que un debilucho – Le dijo el que fue su confidente.

-¿Cómo puedes ser tan arrogante? El Iwao que conocí jamás se hubiera comportado de esa manera tan sucia.

-Tú me conociste antes de la desgracia... – Hizo una breve pausa y sonrió con malicia - Maté al asesino de Aiko, pero también te hubiese matado a ti si te la hubieses llevado de mi lado – Riyu se sorprendió ante esa confesión – Cuando ella murió todo cambió y te hice partícipe de mi plan. Todo iba bien hasta ahora.

Lo cierto es, que en su corazón ya gobernaba la maldad pues anterior a la muerte de Aiko, lo que realmente pretendía era quitarle la vida a Riyu ante su miedo de apartarla de su lado, así como lo sintió con Mika.

-Ya tienes tu absurda venganza, con eso ¿no te es suficiente? Ella no querría esto.

-Tsk, no hables en su nombre, no la conoces como yo.

El pelirrojo entendió que dialogando no iba a hacer entrar en razón a Iwao, así que cogió una piedra y se la lanzó. El viejo creó un puño de roca y lo golpeó en el cuerpo, lanzándolo por los aires. La pequeña piedra que había lanzado Riyu golpeó a Iwao en el ojo. El pelirrojo no tendría magia, pero sí puntería y fuerza. El abuelo retrocedió unos pasos.

Riyu esquivaba como podía los ataques de Iwao, mientras le lanzaba piedras, no era de mucha utilidad pero lo que sí sabía era que no se quedaría quieto.

Por otro lado, el beso que se dieron Gray y Juvia fue mágico y único. Juvia cerró los ojos sintiendo una oleada de calor recorrer su cuerpo, notó como su poder mágico aumentaba a gran velocidad, recorría cada arteria, cada vena y cada célula de su ser dándole energía, parecía que tenía una caja oculta y que el beso, fue la llave para abrir su magia en todo su esplendor. Se estaba recuperando, no sabía cómo lo estaba haciendo pero su cuerpo estaba sanándose.

Abrió los ojos, vio la figura de Gray inconsciente al lado de ella, indefenso con restos de lágrimas en su rostro. Esa imagen de él, la enfureció. Se puso de pie de un salto y divisó a la persona que les había causado tanto daño físico como psicológico. El abuelo o, mejor dicho, el traidor de Iwao.

Sus compañeros de gremio estaban allí, dispuestos a luchar. Tenían la cara muy seria con algunas heridas pero nada que no les dejase continuar y proteger a sus amigos.

Natsu lanzó un grito de guerra mientras se abalanzaba contra el viejo, Lucy invocó a Loke, también conocido como Leo, Erza optó por benizakura, una de las armaduras más fuertes que tiene, Wendy lanzó su rugido de dragón combinándolo con el rugido de Natsu.

Mientras tanto, Riyu se escondió tras una pila de rocas, había intentado luchar, en vano, sin magia solo sería un estorbo.

Juvia curó a Gray y a sus compañeros con su nuevo poder, aprendió en ese instante a curar desde la distancia haciendo que estos pudiesen lanzar ataques con mayor fuerza. No sabía muy bien cómo lo estaba haciendo, solo sabía con certeza que debía continuar.

Connections - GruviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora