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Caminaron hasta la universidad y al no tener las mismas clases ese día, se despidieron.

—Que te vaya bien en clase, adiós.— Se despidió Lisa.

—¡Adiós!— Jennie le dio un beso en la mejilla y salió corriendo.

Lisa se quedó parada tocando su mejilla, no volverá a lavarsela.

(...)

Jennie entró en la clase de biología de nuevo.

Se sentó en el último puesto, sacó su libreta, pero no escribió absolutamente nada del pizarrón.

¿En qué estabas pensando Jennie? No debiste besarla, ahora todo será tan incómodo, controlate idiota.

Aunque, sus mejillas eran suaves y bonitas, quiero volver a hacerlo.

No, no voy a hacerlo.

Mientras Kim estaba sumida en sus pensamientos, la profesora la estaba llamando.

Despertó y vio la realidad.

—¿Señorita Jennie?, ¿Puede decir que planta come este animal?

—Lisa.— respondió.

—¿Disculpa?

—¡Perdón! Quise decir... ah... ¿Rúcula?

Genial, otra vez en dirección por distraída.

—Usted sabe que tiene que concentrarse más en las clases, si sigue así reprobará y no quiere eso, ¿Verdad?— el director le llamo la atención en su oficina.

—Lo sé, perdón, haré mi mayor esfuerzo por concentrarme mejor.— dijo Kim disculpándose.

—Puede retirarse, y vaya a almorzar.

Jennie apenas lo dijo salió corriendo de la oficina, pero al salir chocó con alguien.

—¡Lo siento! ¿Te hice daño?— preguntó Kim levantándose.

La chica río.

—No te preocupes, ¿Tu estás bien? Te pegaste en las manos...— ¿Lisa?

—¿Lisa?— se cuestionó la castaña.— ¡Lisa!

—Ahh... ¡Jennie!— la imitó.— ¿Me extrañaste?— río.

—En realidad sí...

—Ya no importa, ¿Que mierda hacías en dirección?

¿Cómo le explico a una Lisa que no estaba prestando atención por pensar en ella?

—Es que estaba demasiado distraída y no hice nada en clase...

—¿Por qué te distraiste?— preguntó sin hacer contacto visual.

Mierda, la pregunta que no quería que hiciera.

—Mmm... estaba pensando.

—¿En mí?

—¡No! E-En... mi, eh, eh, en el almuerzo.

—Ahh, claro, vamos a comer ahora.— Lisa agarró de la mano a Kim y bajaron las escaleras. Si dijera que Jennie no estaba sonrojada, estaría mintiendo.

Al llegar Lisa pidió su comida.

—Listo, te espero bajo el árbol.— sonrió Lisa y se retiró.

Jennie sonrió de vuelta y pidió su comida.

Iba a ir al árbol, pero un gran empujón la hizo caer en la acera junto su comida.

—¡Dios! ¿¡Hyeri que mierda haces!?— preguntó Jennie al caer.

—¿De verdad crees que no me doy cuenta cuando sacas lápices de mi mochila? ¿¡Acaso no tienes dinero para comprar tus propios materiales!? ¡Muerta de hambre! ¡Con suerte puedes comprar el almuerzo!

Kim se quedó en el piso, con los ojos lagrimeando. ¿Como es que tendría suficiente dinero si solo heredó lo que tenía su madre? No tenía trabajo.

—Perdón, no volveré a hace-

La chica no permitió que terminara de hablar y golpeó su estómago con el pie, toda la universidad miraba la escena.

—¡Idiota! ¡¿Crees que voy a creerte!? ¡Vete de aquí! ¡Pobre de mierda!, ¡Y más encima eres lesbiana!— estaba dispuesta a pegarle un puñetazo en el rostro a Jennie, pero alguien la detuvo.

Lisa, ella se metió en la pelea.

Manoban agarró su mano antes de que pudiera hacerle algo a la castaña, y le dobló el brazo haciendo palanca a "Hyeri".

—¡DUELE! ¡PARA!

—Creeme que a ella le dolió más lo que le hiciste, todas las malditas palabras que le estabas diciendo van a afectarle tarde o temprano, maldita hija de puta.

Antes de que la chica se defienda, Lisa le pego con la rodilla en el estómago, dejándola casi sin aire, y en el piso.

Le golpeó la cara antes de se parara y se fuera corriendo.

—Lisa...— se escuchó un susurro débil.

Se dió vuelta y vió a Jennie en el piso, abrazándose, Hyeri le golpeó muy fuerte.

Rápidamente le ayudó a levantarse, la tomó entre sus brazos y la llevó al baño.

—Siéntate ahí, voy a limpiar tus manos...

Dijo Lisa sentándola en una silla cerca del lavamanos, con agua lavó las delicadas manos de Kim, las cuales estaban lastimadas, con varias heridas, el impacto contra el suelo hizo que la más baja se lastimara la palma de las manos.

De su bolsillo sacó unas vendas, envolvió la mano de Jennie en estas suavemente.

—G-Gracias...

Lisa la miró y la abrazó, Kim se levantó de la silla y también la abrazó, y así se quedaron varios minutos, solas en el baño, en un reconfortante abrazo.

She | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora