Tras escuchar los rumores de que Ethan Ludwig, hijo de congresistas, es culpado de asesinato, Charlotte busca la verdad. Ella es un chica de 17 años que quiere paz en su universidad y en su país. Pero el camino para descubrir si los rumores son cier...
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Por fin llegaba el día esperado viernes. Después de algunas horas Ethan sería libre de las tareas ya que como un chico responsable esta semana no había dejado que sus tareas se acumularan. El día pasó normal, todos lo evitaban y caminaba solo por los pasillos hasta que se encontró con Emily, ella parecía tener interés en él porque desde que me encontró no se había ido de su lado.
Normalmente conversaba con Charlotte o se molestaban entre ellos, era algo con lo que había tenido que vivir por 5 años desde secundaria hasta la actualidad donde apenas tenía amigos, si es que se podría decir que tener a una conocida que no consideraba amiga como "AMIGOS", pero este día era diferente, aunque ya no tan raro como ayer y ahora que su hermana tiene alguien que la recoja, no se tenía que preocupar por ella. Aunque aún sentía un poco de enojo.
Las horas pasaron, Emily seguía a Ethan a todas partes conversando sobre las grandes cosas que su padre, Oscar Bellemore, había hecho. Si Emily seguía hablando de comida, Ethan tendría que ir al restaurante del padre de Emily porque se moría de hambre. Terminando su última clase y emprendió su camino a casa dejando atrás a Emily, quien dijo que esperaría a su auto privado, esto de tener cosas para uno solo era famoso entre los famosos lo que para Ethan era fastidioso, porque todos tenían uno y él... Era la burla, ¡Oh miren el niño millonario no tiene un carro privado!, era una de las cosas que más escuchaba. en especial cuando era estudiante de secundaria.
Ethan, desde que sus padres lograron ser ministros, siempre había deseado tener una limusina o al menos un carro privado para no tener que ir caminando a casa y peor, tener que sentir que alguien lo seguía todo el tiempo. Pero esta vez sería inteligente, no podía dejar que esa persona se saliera con la suya y dejara que lo espiara, si lograba atraparlo estaba seguro de que podía hacer que Gerardo o Valeria lo denunciarán.
Saco su celular de su mochila y en cuanto sintiera que alguien lo seguía, utilizará la cámara para ver detrás de él. Ethan creía que no era el mejor plan de la vida, simplemente podía llamar a los policías o correr hacia su casa, pero él necesitaba saber quién era la persona que lo seguía, necesitaba saber si de verdad era el padre de Bethany lo cual esperaba que no sea verdad.
Seguía caminando por las calles pero no veía ni sentía a nadie que le siguiera... Hasta que sintió que alguien le tocó el hombro, volteo, miro a todos los lados y no había nadie, ni una sola persona. Prendió su celular, puso a grabar y giró de vuelta a su camino pero después de eso no recordaba nada, todo se volvió oscuro.
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Ethan había despertado pero no veía nada, intentó mover sus manos pero no podía, estaba atado. Intento pararse pero sus pies también estaban atados, de pronto escucho a alguien gritar su nombre
—¡Ethan! —era Osana
—Osana, ¿dónde estamos? —pregunto y podía escuchar que su hermana está a punto de llorar
