◌︎ ➳ ︎( 𝟶𝟶𝟷 ) ─ 𝙿𝚛𝚘́𝚕𝚘𝚐𝚘

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"𝙴𝚕 𝚍𝚒𝚊 𝚎𝚗 𝚚𝚞𝚎 𝚙𝚊𝚛𝚝𝚒𝚜𝚝𝚎"

Siendo sincero Lyam no era muy bueno con niños, después de todo él nunca tuvo unos propios. Él podía memorizar un discurso completo en unos cinco minutos y hablar en código morse pero de niños no sabía absolutamente nada. Entonces, ¿Por qué rayos aceptó cuidar no solo a uno, si no a tres bebés además de ser trillizos? Eso mismo se preguntaba mientras conducía a la casa de su hermana sabiendo que nunca podría decirle que no y ella lo tomaba a su ventaja.

Soltó un suspiro al llegar, agarró sus llaves y salió del auto. Tenía tanto trabajo que hacer y aquí estaba, cuidando a sus sobrinos. Toco el timbre y mientras esperaba que abrieran la puerta miró detenidamente la casa. No era ni tan grande ni tan pequeña pero si era mejor que el apartamento que tenía. La suerte de casarte con alguien rico no tiene límites, al parecer.

—Llegaste, pensé que te arrepentirías al último minuto. -Bromeo mientras miraba a Lyam con una pequeña sonrisa.

—Conociéndote, no me sorprende que pensaras asi de mi.

—Estaba bromeando.

—Lo sé, -Informo entrando a la casa- aun así mi punto sigue en pie.

Olía a lavanda, de seguro estaba lavando ropa a estas horas. El piso de madera estaba más limpio de lo que recordaba y las paredes estaban batallando en quedarse blancas o tomar un color cremoso.

—Ja, ja que gracioso -Dijo sarcásticamente y puso sus ojos en blanco- Tienes como tres minutos antes de que empiecen a llorar de nuevo.

—¿Ya te vas? Apenas y me viste.

Su hermana se veía culpable de algo y tomó un poco de aire. Tal vez esté exagerando como siempre.

—Lo siento, pero tengo que partir más temprano de lo pensado.

—¿A dónde vas? Nunca me mencionaste porque te ibas esta noche. -Vio como ella hizo una mueca antes de contestar.

—Suenas como mamá. Ir al spa, necesito tomarme tiempo para mí misma. Ahora ve, ya casi es hora en que tienes que alimentarlos.

Antes de que pudiera contestar ella ya se había ido. Escuchó llantos y Lyam intentó quitar ese mal sentimiento al escucharla mentirle hacia él. Se dirigió a atender a sus sobrinos. Tal vez cuando llegue le pregunte donde en realidad se había ido.

Pero ella nunca regresó.

𝙱𝚎𝚝𝚝𝚎𝚛 𝙸𝚗 𝚂𝚝𝚎𝚛𝚎𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora