Capítulo 1

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NARRA T/N

Firulais siempre ha sido muy especial para mi. Fue mi primer peluche, que conservo de cuando era pequeña. Mi padre nos abandonó a mi y a mi madre cuando yo tenía 5 años y no he vuelto a saber de él. 

Soy una chica bastante normal. Tengo el pelo largo y lacio, de color café y unos ojos grandes y marrones que se ocultan detrás de unas gafas de pasta negras. La naríz respingona cubierta de granitos,  unos labio carnosos y unos dientes cubiertos de braquets. 

Mi cuerpo no es nada raro. Soy básicamente un palo. Además siempre llevo ropa holgada, por lo que no se puede ver su forma. 

Ese lunes me desperté por el sonido del despertador, abrazando a Firulais, mi peluche favorito, una morsa muy suave. Apagué el depertador de un golpe y se cayó al suelo. Me levanté de la cama y fui caminando hasta el armario. Mi madre me había comrado ropa nueva, para que dejara mis sudaderas enormes. Me la puse. Era una blusa abotonada blanca y unos pantalones tejanos un poco grandes. Me veía bien. 

Salí de casa y esperé a mi amiga Claudia. Nos fuimos juntas hacia el instituto. Cuando llegué vi que un chico mayor me estaba mirando y me sonrojé.  Sonó el timbre y nos fuimos a clase de matemáticas. 

- Pst, pst, t/n! - me dijo Claudia cuchicheando

- Que quieres?

- Migue me ha pasado un papelito para ti - me dijo lanzandome una bolita de papel

- ¿Qué? - pregunté agarrandolo

- Yo que sé, solo mira

Lo desdoblé y me encontré la linda caligrafía de Migue poniendo "bonita blusa t/n". Me giré para mirarlo y me devolvió la mirada sonriendo maliciosamente. Miré hacia abajo y vi que se me habían deshecho dos botones, enseñando mi escote. Me tapé y pedí permiso para ir al baño. 

Llegué y me encerré en un cubículo, rompiendo en llantos. Me había hecho ilusiones, pero los hombres siempre lo estropeaban todo (en fi, homes). Llamé a mi madre, diciendo que me dolía la cabeza y que me viviera a buscar. Me recogió y me llevó a casa. Me estiré en mi cama, pero sentí una luz extraña que venia de mi lado. La luz era tan intensa que ni podía ver. Cuando la luz se atenuó miré y vi a un hombre fornido, con el cabello gris. Era todo lo que podía estar bien en este mundo. Me froté los ojos, para saber si era una alucinación y ese hombre dijo: 

- Hola t/n, encantado de poder hablar contigo, soy Firulais. 


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⏰ Última actualización: Oct 07, 2021 ⏰

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t/n y FirulaisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora