Catherine Smith
Leo se fue después de terminar de limpiar toda la casa, dijo que su madre necesitaba que lo ayudara con las compras ya que su padre estaba trabajando, así que tuvo que salir rápidamente.
De todas maneras, sus palabras no dejaban de resonar dentro de mi cabeza como si fueran el eco de un sonido en medio de una gigantesca habitación.
"No soy nadie como para entrometerme en tu vida, Catherine y eso ya me lo han dejado muy claro... Tú. Tú me lo has dejado claro"
¿Ahora que diablos hice para que él pensara que no es nadie en mi vida? ¿Qué hice mal o que olvidé hacer? Leo siempre ha sido la clase de persona que le presta demasiada atención a los pequeños detalles y eso... Siento que es un arma de doble filo, por un lado, siempre es atento y percibe cosas que la mayoría de la gente no logra notar, por el otro, suele darle mucha importancia a detalles que en ocasiones no significan tanto como él piensa.
Las chicas también habían despertado hace unas horas, pero se habían ido rápido, al igual que Arturo y Damián, la casa estaba sola, como siempre, solo Amanda, Hazzel y yo.
— ¿Cómo te sientes, cumpleañera? — Le pregunté a mi hermana, ella estaba recostada sobre la mesa del comedor, apoyando su cabeza sobre su mano.
— Me estoy muriendo — Respondió ella — Bebí demasiado anoche.
— Sí, me di cuenta — Le respondí mientras la observada, tenía una cara de que se estaba muriendo de sueño — ¿Por qué no vuelves a dormir?
— Tengo que ayudarte a limpiar — Respondió ella, con su cara entre sus manos.
— Leo ya me ayudó con eso en la mañana, no hay nada más que limpiar — Dije.
— ¿¡En serio?! — Exclamó ella emocionada, aunque luego se llevó una de sus manos a la cabeza, de seguro ese gritó le causó dolor — De verdad que adoro a ese chico, me voy a dormir, adiós.
Ni siquiera me dejó responderle, subió corriendo las escaleras y pude ver como se adentraba en su habitación.
Supongo que hoy será un día tranquilo, no tengo planes, las chicas probablemente van a estar durmiendo el 80% del día, así que, me quedaré en casa y buscaré algo que hacer.
Estaba sentada en la sala, viendo memes, cuando un mensaje de un número desconocido llegó.
???: Hola, Catherine ¿Puedo hacerte unas preguntas?
Cat: ¿Quién es?
???: Tranquila, Soy Diana, la amiga de Bastián. No quiero estafarte o algo parecido.
Cat : Si intentabas hacerlo, iba a decir que tenía una amiga en la policía.
Cano: Qué astuta. ¿Te parece si te paso buscando por tu casa? Me gustaría hacerte las preguntas en persona.
Cat: Claro, tengo el día libre.
Cano: Estaré allá en diez minutos.
Salir a solas con Cano me pone un poco nerviosa ¿Cuáles serán esas preguntas que me quiere hacer?
Cano llegó puntual, justamente diez minutos después de haberme llamado. Me envió un mensaje para avisarme que estaba afuera, esperándome, así que bajé las escaleras y me dirigí a su camioneta.
Nos saludamos, mee subí a la camioneta y ella comenzó a conducir.
— ¿Quieres un café? — Preguntó Cano, con su mirada fija en el camino.
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Caminos Cruzados (Saga Pecados)
Ciencia FicciónLa mínima interacción entre dos personas puede terminar cambiando completamente el destino de estas, el roce más pequeño puede convertirse en la herida más dolorosa y la palabra más dulce puede volverse la más agría. Dos chicos condenados a ser pers...