Solo pedí un día más, pero ya ha pasado una semana desde aquella noticia y sigo aquí.
Me han realizado exámenes de rutina para ver el avance del cáncer en mis pulmones. La doctora Carter junto con su equipo de especialistas todavía no me dan una respuesta y yo comienzo a preocuparme. Aunque tengo otras preocupaciones.
—Al menos bebe esto.
La enfermera Nora coloca un batido de frutas en la mesa de noche. Apenas toqué mi desayuno, así que ahora me obliga a tomarme la bebida.
—Dije que no quiero —respondo con desgano.
—Debes mantenerte hidratada, Grace. Sino comes, al menos bebe esto.
—Pero no quiero —repito dejando en claro que no tengo apetito.
Suelta un suspiro, agotada.
—Te lo dejaré aquí, ¿de acuerdo? —Coloca la bebida sobre la bandeja, mirándome suplicante—. Al regresar quiero que hayas tomado la mitad, por favor.
Me dedica una sonrisa y sale de la habitación. Yo vuelvo a acostarme sin intenciones de hacer nada hoy. Mi falta de apetito vino acompañado de agotamiento físico. Nada inusual para mí, pero eso no significa que me haya acostumbrado.
La puerta vuelve a abrirse y yo suelto un quejido.
—Nora, dije que no tengo hambre.
—Mi nombre no es Nora.
Me siento de golpe al escuchar la voz de mi novio. Bueno, tal vez no esté tan agotada.
—Estás aquí. —Sonrío alegre mientras acomodo mi peluca.
Reese avanza hacia mí y se sienta en el borde de la cama, mirándome de esa forma tierna, pero coqueta que tanto me gusta.
—Es día de entreno, pero creo que Asher puede arreglárselas solo.
—¿Tú crees? —pregunto, preocupada.
Sé que Asher puede entrenar sin Reese, pero lo hace mejor cuando están juntos. Supongo que necesita el apoyo de su amigo de la infancia.
—Confío en él. Lo hará bien.
—Eso espero —murmuro para mí misma.
Voltea a ver el batido de frutas que yace sobre la mesita de noche.
—¿Sabe bien?
—No juzgues la presentación. Es solo que no tengo apetito.
Toma el batido y lo acerca a mi boca.
—Dale un sorbo.
—Reese, no quiero. —Trato de alejarlo, pero él vuelve a insistir.
—Solo un sorbo. No te pediré más.
Con desgano lo acepto y tomo la mitad. Luego me acompaña hasta el baño para ayudarme a cepillarme los dientes y llevarme de vuelta a la cama, en donde acomoda las almohadas tras de mí.
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Mi último deseo ©
RomanceGrace lidia con la muerte de su madre, mientras trata de no enamorarse de su nuevo vecino. ♡♡♡ «A veces perder, significa ganar». La madre de Grace muere el mismo día en que su padre, aquel que nunca ha visto, aparece. Su vida cambia al tener que m...