Limpieza

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Ese extraño gusto a hierro en mi paladar me estaba revolviendo las tripas. Busqué a mi alrededor algún tipo de planta que me pudiera quitar el mal sabor de boca. No me costó encontrar lo que buscaba, así que las limpié en el riachuelo y me las metí en la boca.

Mientras masticaba, no pude evitar girarme hacia la hoguera. ¿Qué había pasado? No recordaba nada, pero me dolía todo el cuerpo. Intenté conectar todas aquellas imágenes de alguna manera, pero cada vez que lo intentaba, todo resultaba confuso.

Decidí limpiarme un poco toda esa sangre seca pegada a mi cuerpo y quitarme el olor a hoguera. Pero cuando volví a reflejarme en el agua, vi como dos ojos, del color del fuego, me observaban. Me giré asustada, pero no había nadie. Pensando que todo era fruto de mi imaginación, decidí sumergirme y quitarme aquellos restos de mi cuerpo y así, me percaté que el agua se evaporaba con el contacto de mi cuerpo.

"Todavía es pronto", esas palabras volvieron a resonar con fuerza en mi interior y sentí como una corriente recorría toda mi columna haciendo que me quedara quieta en medio del agua.

Las alas de una diosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora