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—Asqueroso saiyajin.

Desperté completamente sudado y desorientado, afortunadamente no me tomó mucho tiempo recordar en donde estoy. Vuelvo a recostarme sobre la cama observando el techo completamente blanco, tratando de olvidar ese horrible sueño. Ese imbécil de Black consiguió meterse hasta en mis sueños.

Unos golpes en la puerta hace que salga de mis pensamientos, era Trunks; traía una bandeja con comida y sonreía algo incómodo. De seguro mi madre lo obligó a hacerlo.

—Supongo que debes tener hambre —se acercó y dejó la comida sobre la cama junto a una pequeña nota—. Ten, aquí es donde trabaja Gohan, debes querer verlo —se encogió de hombros y volvió a salir sin agregar nada más. Ni siquiera me cuestiono sobre como supo eso, lo más probable es que mamá o la abuela le hayan resumido la historia.

Como rápidamente intentando no ahogarme en el proceso, quiero ver a Gohan, quiero ver la vida que tiene, quiero ver si cumplió el sueño que el Gohan de mi línea no pudo y que tanto anheló. Aún recuerdo su mirada apagada y cansada, sonreía, pero no era sincera, más bien parecía que se consolaba a sí mismo. Él peleaba porque no le quedaba de otra, era el más fuerte, tenía que defender a los más débiles, a su madre, a la mía y a mí. Todavía no supero su muerte, el murió sin poder vivir plenamente.

Salí de la casa, no sin antes decirle a mi madre a donde iba. Miré el papel que el mini yo me dio, era una universidad. Se me infló el pecho de alegría, él estaba estudiando o trabajando en donde siempre quiso. Llegué y esperé a que saliera. ¿Cómo lucirá? Supongo que parecido al Gohan del futuro.

—¿Trunks? —alcé la vista. Era él, bueno, al menos su cara era la misma porque su cuerpo contrastaba completamente, este era delgado, llevaba gafas y un corte similar al de Yamcha.

Pasamos el día juntos, me presentó a su esposa e hija, ambas son hermosas. Videl era una mujer muy dulce, supo comprender a la perfección lo que sucedía, ¡hasta me confió a Pan!. Me sorprendió demasiado lo del Gran Saiyaman, no podía creer que Gohan fue un superhéroe enmascarado, eso, si es una sorpresa.

Regresé a la Corporación Cápsula, mamá aún trabajaba en la máquina del tiempo, papá y el Señor Goku entrenaban, no tenía nada que hacer así que me dirigí hacia Trunks, parecía hablar con alguien por teléfono, por lo que decidí esperar un rato para no interrumpir. Luego de unos minutos sintió mi presencia y sonrió, quería conocerlo, como era su vida y al parecer era reciproco el interés porque me llenó de preguntas al instante. No sé cuanto tiempo pasó, estaba tan entretenido escuchando las anécdotas del niño, que no me percaté que alguien se acercaba.

—¡Trunks! —ambos nos giramos. El pequeño a mi lado se levantó al instante y corrió hacia esa desconocida voz.

El dueño de la voz aterrizó frente a mis ojos, y estos no podían creerlo, era una mini copia del Señor Goku. Su peinado tan característico, al igual que sus grandes ojos negros, que me miraban curiosos.

—Él es un Goten —sonrió orgulloso—. Niño pequeño sumamente tierno que se la pasa todo el día diciendo mi nombre —lo atrajo hacia él. No me había percatado de que lo tomaba de la mano.

—Yo no estoy diciendo tu nombre todo el tiempo —se giró ofendido ante el comentario.

—Mucho gusto —saludé torpemente, el que Goten sea un niño me tomó por sorpresa—. Soy Trunks —su atención se centró en mí.

—¿Eres el que vino del futuro? —asentí—. ¡Eso es asombroso! —grito haciéndome reír. Su personalidad contrastaba totalmente a la de su amigo. No puedo creer que mi padre le haya dejado formar una amistad con una versión en miniatura del Señor Goku.

El pequeño comenzó a hacerme todo tipo de preguntas sobre el futuro, aunque le tuve que decir que él no existe en mi línea y sorprendentemente se lo tomó bien. Parecía asombrarse con cada cosa que le contaba sobre Gohan, los androides, Cell, etc.

—¿Y cómo es mi mami del futuro? —ay no. No quiero decirle que su madre murió hace años, no sé como manejará la muerte de ella, es muy pequeño.

—Ella... ella se fue al cielo hace mucho —le expliqué como haría cualquier adulto.

—O sea que murió —bien, debí imaginarme de que no es un idiota—. ¿Acaso la mataron?

—No, ella murió de tristeza luego de perder a Gohan, nunca se recuperó de su muerte —dije con pesar, en parte me sentía culpable.

—Es por eso que debes de hacer feliz a tu mamá, Goten —Trunks le consoló al ver como sus ojos se llenaban de lágrimas.

Seguimos hablando de cosas triviales, mi versión joven trataba de llamar la atención del pelinegro, pero este estaba muy interesado en el futuro y aparentemente en mi relación con Mai. El niño es bien interesante, lejos de ser un despistado como su padre, era un niño sumamente inteligente que supo comprender las problemáticas de las líneas del tiempo, algo que mi mini yo no entendió.

Luego de unos minutos decido alejarme del par, prácticamente me habían dejado de lado en su conversación. Sin embargo, decidí observarlos desde lejos, era realmente evidente que no manejaban solo una relación de amigos. Goten abraza e incluso besa en la mejilla a mi contraparte, mientras que este sonríe como un bobo. Está más que claro que Trunks no se va a quedar con Mai en este tiempo, es algo molesto, no logro comprenderlo, es decir, tiene a una niña muy linda a su alrededor pero decide andar detrás de un niño.

¿Mi padre sabrá de esto?

¿Tienes un Goten?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora