Las flores del cerezo rojo

Descubrimiento

"Los cálidos labios de Víctor se deslizaban con suavidad sobre sus mejillas, estos eran como tibio terciopelo en la piel del japonés haciendo que su cuerpo temblara presa de una extraña mezcla de amor y vergüenza, pero también de deseo. Sin embargo esto apenas era el comienzo pues cuando el ruso apoyó su peso sobre el pelinegro este al sentir el cuerpo de Víctor sobre si, no pudo evitar llevar sus manos a la espalda del peliplata al mismo tiempo que sus bocas se unían en un intenso beso que terminó por llevar al japonés a mundos desconocidos pero a los que estaba dispuesto a viajar siempre que fuera con aquel chico de los cabellos de plata."

Son las cuatro de la mañana; Yuuri se despierta sobresaltado y rápidamente se sienta en su cama, no es primera vez que sueña con el ruso aunque jamás lo había hecho de forma erótica y para aumentar su confusión una molesta húmedad en su pijama se hace bastante notoria. Lentamente se levanta y camina con cuidado al sanitario debido a que frecuentemente su padre se levanta también por las noches al mismo sitio. Al entrar enciende la luz y en cuanto sus ojos se acostumbran a ella se lleva la desagradable sorpresa de encontrar sobre todo en su ropa interior residuos de algo un tanto pegajoso. Yuuri no es ingenuo y sabe de que se trata, pues a pesar de que a él no le había ocurrido eso está perfectamente consciente de que acaba de tener un sueño húmedo, sin embargo lo que más le sorprende es que Víctor estuviera presente y no su novia Yuki como hubiese sido más lógico en todo caso.
Al regresar a su habitación y después de cambiar su ropa se mete a la cama aunque ya no le fue posible volver a dormir pues la imagen del ruso asi como la dulce y realista sensación del reciente sueño lo habían llenado de interrogantes respecto a su significado.

A las ocho de la mañana Yuuri entró al comedor donde le esperaba su desayuno, comenzó a comer de forma casi automática ya que no podía dejar de pensar en lo ocurrido. En ese instante sacó su móvil para tratar de distraerse con las notificaciones de sus redes sociales entre ellas varios mensajes de Yuki los cuales ignoró, después de navegar un rato en su facebook se topó con una foto de Víctor que recién había cambiado su imagen de perfil, al ver los bellos ojos del ruso lentamente fue cayendo en una especie de ensoñación en la cual permaneció durante varios minutos hasta que el sonido de los pasos de su madre lo alertaron y rápidamente dejó su móvil a un lado.

-¿Tienes planes para hoy?.- preguntó Hiroko al mismo tiempo que colocaba arroz en una arrocera.

-Por la tarde iré con Yuki a la feria hoy inaugurarán la nueva rueda de la fortuna (o noria en algunos países).-

-¿Víctor no los acompañará?.-

-No, su padre fue a un congreso de la empresa en Itoshima y Víctor fue con él, regresará hasta el lunes en la noche.-

- Pero el lunes comienzan las clases.-

-Pidió permiso para ausentarse el dia de inicio.-

-Por cierto, me llama la atención que ya no venga con tanta frecuencia.- cuestionó su madre con la clara intención de que Yuuri le hablara sobre ese curioso y preocupante detalle.

-A salido varias veces con su padre en estos días.- contestó con nerviosismo.

-Entiendo.- la mujer comenzó a limpiar el pescado bastante pensativa.

Yuuri igualmente continuó su desayuno en silencio y con la mente fija en aquel inquietante sueño. Al terminar se dirigió a su recámara donde como cada sábado se dedicaba a ordenar su espacio, cuando se dio por satisfecho y dado que aun era temprano se acostó a descansar, al revisar su móvil echó una mirada a los mensajes de Yuki de los cuales apenas respondió un par de ellos, cosa muy diferente hizo con los de Víctor ya que los respondió uno a uno. Nuevamente se dedicó a hurgar entre sus notificaciones sin embargo al poco rato fijó su vista en el techo y lentamente cerró los ojos sólo que al hacerlo la imagen de Víctor volvió con tal claridad que era casi como si estuviese ahí pero no sólo eso, también sentía sus manos en su mejilla, incluso le parecía percibir los labios del ruso rozando los suyos.