𝐋𝐞𝐠𝐚𝐝𝐨 𝐐𝐮𝐞𝐞𝐧 (PAUSADA)

Cap 13: Leyendas

     Pese a que las cosas mejoraron por un tiempo, este tiempo no fue muy largo pues una vez que salió a la luz que Oliver tenía otro hijo, además de Emma, al cual decidió mantener en secreto las cosas no iban bien, por un lado Oliver dejo la candidatura, ellos se separaron, lo cual implico que los Queen se tuvieran que mudar, Felicity dejo el equipo flecha, las cosas con Darhk cada vez iban peor, la relación padre hija que tanto le costó a Oliver tener se desmoronó, apenas si le hablaban y ni se diga verse, Emma pasaba la mayoría de su tiempo en su habitación ya sea haciendo tarea o con alguna excusa con tal de no ver a su padre y la pelea que tendrían esa mañana no les ayudaría en nada, o bueno no de inmediato.

    Desperté temprano para ir a la guarida un rato, hacer un poco de ejercicio y despejarme ya que quería regresar a hacer el desayuno espero poder tener una charla con mi hija, ya no se que hacer con ella no se como acercarme es mi maldita culpa yo eché todo a perder, tras una ducha salí de mi habitación todo aún estaba en silencio lo cual me extraño abrí la puerta del cuarto de Emma y pude ver que aún estaba dormida en fin es una adolescente, además de que es sábado no pasan de las 10:30 probablemente tampoco tarde mucho en despertar, sin mas me puse a preparar algo de desayunar y como dije no mas de 20 minutos después escuché la puerta de su cuarto abrirse segundos después ella estaba en la cocina.

—Buenos días princesa.— salude intentando suavizar el ambiente entre nosotros.

—Buenos días.— contestó cortante casi obligatoriamente y se sentó en una de las sillas del desayunador.

—¿Cómo dormiste?— pregunté mientras terminaba de hacer un par de panqueques con chocolate para ambos.

—Bien.— me respondió seca, asentí con la cabeza volteándola a ver y notando que estaba leyendo un libró pero no sé de qué.

—¿Qué estás leyendo?— volví a preguntar intentando mantener la conversación.

—Un libró.— <<Esto va a ser más complicado de lo que pensé, ¡pues claro que lo iba a ser! es mi hija, aunque mínimo ya me dirige la palabra.>>

—¿Pero de qué?— al tiempo puse un plató frente a ella haciendo que dejara su libro de lado y agradeciéndome, por mi parte yo me senté frente a ella mirándola atentó esperando que volteara a verme —¿cómo me quedaron?

—Bien.— volteó a verme por un segundo me dedico una sonrisa de lado y regreso su vista al plató tratando de evitarme.

El resto del desayuno ambos Queen comieron en absoluto silencio hasta que Oliver notó un moretón en el rostro de su hija que apenas lo dejaba ver el mechón de cabello que lo estaba cubriendo le levantó el rostro apartó su cabello y ella intentó evitar que este lo hiciese.

—¿Emma que te pasó?—. Le cuestionó con preocupación ella desvió la mirada rápidamente dejando de comer.

—Nada sólo choque con... una... pared,— se golpeó mentalmente ¿Qué no tenía una mejor excusa? —yo... no me fije por donde iba.

—¿A de verdad? no te creó nada, ese es un golpe bien marcado, amenos que la pared tenga puños.

—No digas tonterías... sabes qué, cree lo que quieras yo dije lo qué pasó, ya no tengo hambre y me dejaron mucha tarea.— mintió levantándose y tomando su libro para desaparecer en su cuarto nuevamente.

Oliver la detuvo tomándola por la muñeca lo cual hizo que se quejara un poco lo que a él le extrañó ya que no había ejercido mucha fuerza levantó la manga de su sudadera azul y pudo ver un moretón al rededor de esta, que hizo que se preocupara.

—¿Y ahora quién fue?

—Nadie.

—¿¡Emma dime quién fue!?— pregunto subiendo ligeramente el tono de su voz.

—¡Nadie! además, no confías en mí ¿Por qué debería confiar en ti?

—Sabes que eso no es cierto yo...

—¡Tú no sabes nada! Ni siquiera sabias que había tenido cáncer...— le replico molesta, —no me conoces, no vengas ahora con que te interesa.

—Claro me interesa soy tu padre.

—En papel solamente,— eso le había dolido aunque por un lado sabía que solo estaba molesta con él y bueno no era para menos, — Desde que nos múdanos aquí siempre me dejas sola y lo peor de todo es que mis compañeros tienen razón, te avergüenzas de tú hija bastarda.

—¿Qué? eso, eso no es cierto ¿por qué dices eso?— pregunto mientras ella se soltaba de su agarre.