En las sombras (En Pausa)

10. Respuestas

Así me imagino a Carlo Sigarev👆

Y, ahora quiero dedicar este capitulo a Camila ❤

A pesar de no haber estado desde el comienzo, también siento tu apoyo y, aunque no me convenciste para publicar la historia, tu me das la motivación que todo escritor necesita para actualizar y seguir escribiendo ✨

Estás ahí, compartiendo teorías, recordándome que tengo que actualizar, emocionándote y platicando conmigo sobre mis libros. Y eso, simplemente, me encanta 🥺

Te adoro como no tienes una idea y en este poco tiempo de conocerlos, te has vuelto super importante y especial para mi ❣️

Pd. Vayan a leer sus historias. En lo personal me encantan y se las recomiendo mucho 🛐

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Lea Cristaldi

Al voltear, veo a un chico de la estatura de Braider, es delgado y su camisa ajustada remarca los pequeños músculos que tiene. Miro sus ojos: Son verdes oliva.

Trago grueso cuando veo que nota que lo estoy mirando mucho. El miedo sigue latente en cada parte de mi cuerpo.

No sé si es mi imaginación, pero veo a Braider más cerca de mí.

—Lea, él es...

Empieza a decir Alexander, pero el chico lo interrumpe.

—Carlo Sigarev. Un placer, Lea.

—Ig... Igualmente.

Siento que el aire no entra a mis pulmones. Siento que si respiro o hago cualquier movimiento algo saltará y me atacará.

—Continuemos — vuelve a pedir Vittorio.

Alexander y Carlo caminan hacia el escritorio, el primero me hace una señal de que yo igual lo haga. Dudo un momento, pero al sentir el roce de un brazo en el mío suspiro y camino.

Solo una persona en la habitación se atrevería a tocarme: Braider.

Y si no fuera así, yo intuyo que es él. Sé que es él. Y aunque sigo enojada, por ahora, es un boleto VIP a la seguridad.

En cada paso que doy, lo siento detrás de mí. Llego junto a los demás y rápidamente me alejo lo más que puedo de Carlo. Braider de queda entre los dos, dando esa seguridad de que él está ahí.

Lo miro y realmente no sé si mis ojos transmiten miedo, enojo o tristeza...

—La muerte de Alexa no va a quedar impune — espeta Vittorio y la mención de mamá me hace prestar atención — Tengo mis sospechas y solo una persona puede confirmarlas — me mira.

Y sé, que es el momento de terminar de cumplir mi promesa; Contarle lo que pasó ese día.

Asiento, dándole a entender que estoy lista, aunque no sea así.

—¿Segura? — me pregunta Braider.

Asiento.

—Largo todos — exige Alexander. Toda su gente sale. Mira a la gente de Vittorio — Ustedes también.

Muchos salen sin rechistar y otros esperan las indicaciones de Vittorio. Él asiente y ellos también salen. Braider abre la silla y me siento, suspirando.

—Fue... — inhalo y exhalo fuertemente —Una semana antes de mi cumpleaños. Estábamos de compras... — las imágenes se repiten en mi mente —Discutamos por cual vestido iba a usar — sonrío —Yo estaba tan feliz — mis ojos se cristalizan —Todo iba bien, estábamos bien o eso creía. Yo sentía que mamá estaba extraña... Reímos porque me apretó las mejillas como siempre hacia y yo me quejé. Le dije que la amaba y ella a mí, pero... Por alguna razón, al sonreír, no era sincera.