En las noches lluviosas, a
lo lejos se lo puede ver, a
aquel hombre del que todos hablaban.
El Hombre PálidoEl no tenía nada fuera de
lo común,solo era un hombre
fuera de si, tras la muerte de
su familia ya no sabía que
hacer con su vida.Sus padres al morir le habían
dejado una gran fortuna y
varias tierras, pero... de que
le servirían a un hombre como
él, que no tenía en que gastar
su dinero o con quien ir a
esas solitarias mansiones.Era un hombre sin propósito en
la vida, que trataba de salir
de un agujero sin fin, sin
nada de lo que sostenerse para
no seguir cayendo a las
profundidades de la vida.Trataba de seguir con su vida
pero le era imposible no
seguir cayendo, ya no tenía
nada ni nadie por quien luchar
en este mundo.Lo único que le quedaba eran
recuerdos de una vida que no
pudo ser, de una familia que
ya ni estaba, solo se tenía a
si mismo.Él iba por una carretera,
caminando sin rumbo alguno,
buscando algo o alguien que
acabara con aquel sufrimiento
que ya casi no lo dejaba
respirar.Hundido en una tormenta de
sueños que jamás podrían
cumplirse, de días sin un sol
que alegrara sus mañanas o
noches sin una luna a la cual
adorar e idolatrar.Su salud iba de mal en peor,
no comía, no dormía, no paraba
de caminar por aquella carre- tera sin fin.El vivía sumido en los recuer-
dos de lo que alguna vez fue
su vida, tan llena de luz y
alegría que algunos hasta lo
envidiaban, pero que acabó
tan pronto... sin advertencia
alguna.Días antes de acabar con su
sufrimiento donó todo lo que
alguna vez le perteneció,
brindando felicidad a esas
familias que antes, como él,
no podían salir de las
profundidades.Dió tanta alegría a tantas
personas que le llegó un leve
rayo de luz a sus ojos, pero
lamentablemente no fue
suficiente.Finalmente acabo con su vida
para reencontrarse con su
familia y así, ser feliz una
vez más.Hoy en día aún se le puede ver
en el cielo, reencontrandose
con la felicidad.