Día de Muertos // SKK

Capítulo Único

PD. Resubido por problemas con la descripción y portada de la historia, puedes continuar <3

- - -

La mañana se hizo presente con los hermosos rayos de sol, indicando que un nuevo día había llegado, y seguirían durmiendo de no ser por la pequeña presencia que saltaba insistentemente en la cama.

- ¡Vamooooos!- Dijo a manera de canto - ¡Me lo prometieron los dos! ¡Vamos, vamos, vamos!

- Chuuya... tu hija está despierta- Murmuró el castaño sin querer abrir los ojos

- Nuestra hija bastardo... nuestra hija- Regañó mientras intentaba mantener quieta a la pequeña por un solo segundo - Ya estoy despierto cariño, espera en la sala por favor...

Como si fuera una orden, la niña castaña salió de la recámara y bajo al sillón de la sala, esperando que sus padres hicieran lo mismo y le preparan el desayuno.

- ¿Cuánta energía puede tener a esta hora?- Preguntó Dazai sentándose en la cama

- Satoko apenas tiene 9 años, es normal a su edad- Respondió el pelinaranja desde el baño, haciendo que rápidamente el agua de la ducha se escuchara

¿Qué podría pedir una pequeña niña que aún no sabe amarrar sus agujetas a esta hora de la mañana? ¿El desayuno? ¿Galletas de animalitos? ¿Un peinado con cintas de colores? ¿Un arma nuclear capaz de convertirlos a todos en chocolates?

Las posibilidades eran infinitas con su hija, pero esta vez era más simple.

Su pequeña niña quería celebrar día de muertos, una tradición mexicana que vio en una de sus caricaturas y quedó con la idea en la cabeza desde inicios de año.

En su cumpleaños hace apenas unos meses, Sakoto pidió de regalo celebrar aquella colorida festividad. Por obvias razones sus padres pensaron que sólo era una petición temporal y que a los pocos días se le olvidaría.

Si, Dazai no es bueno prediciendo las ideas de su hija. Adoptiva, pero su hija.

- Papá, papá, papá, mira, mira, mira- Insistió la castaña señalando un comercial en la televisión - Tenemos que ir al barrio mexicano y comprar eso

- ¿Papel picado?- Cuestionó dudoso a punto de gritarle a Chuuya para resolver su pregunta

- Nada de gritos, ya asustamos a los vecinos la semana pasada cuando creyeron que estábamos cometiendo un asesinato- Ordenó el pelinaranja bajando con el cabello un poco mojado

- En mi defensa practicar una llave de brazo conmigo nunca es buena idea- Se excusó ofendido

- Eres débil, eso es lo que pasa...

El desayuno fue bastante normal, un plato roto cuando Dazai quiso abrazar por detrás a Chuuya y éste se asustó soltando el plato que tenía en sus manos, pero nada grave.

Cambiaron su ropa por una para salir, cerraron con llave y prefirieron caminar antes que enfrentarse a ese tráfico del infierno.

- ¿Entonces a dónde percherito?

- Vamos a... el barrio mexicano, luego por más cosas para decoración y... ya sabes el resto

Los tres iban tomados de la mano, con Sakoto en medio por supuesto. Pasando por varias calles y los dos cuidando que Dazai no se perdiera entre la gente, llegaron a la entrada.

Todo era demasiado colorido, brillante, lleno de olores y sabores nuevos, tanto que Chuuya se dejó llevar por la mercadotecnia tradicional, ya saben, los típicos "Pasele guapo", "¿Qué va a querer mi rey?", "¿En qué te ayudo corazón?"